Un rotundo éxito volvieron a resultar las representaciones de la Pasión de Jesucristo realizadas estos días en la Semana Santa Viviente de Paradela. A la espera de computar el público que asista a la Resurrección, que se escenifica hoy en el atrio de la iglesia de esa parroquia de Meis, las cifras de asistencia rozan las 5.000 personas. Lo asegura Enrique Barros, organizador del grupo teatral y actor que da vida a Jesús.

Una auténtica multitud se congregó el viernes en Paradela para presenciar el Vía Crucis, el momento más esperado de la Semana Santa de Meis. A pesar de que la lluvia amenazó durante todo el recorrido, la meteorología fue benevolente, y respetó todo el ascenso hasta el monte de A Croa.

Ante cientos de personas la cofradía de Paradela volvió a revivir los últimos momentos como hombre de Jesucristo. Y lo hicieron, como es habitual, sin escatimar realismo.

Los azotes que soportó Barros, encadenado como se supone que fue Jesús antes de ser clavado en la cruz, crearon expectación entre los asistentes, que en muchos casos llegaban de fuera de la comarca de O Salnés, y asistían por primera vez a la puesta en escena del martirio y la crucifixión de Cristo.

La declaración de Fiesta de Interés Turístico gallego, concedida en 2010 a la Semana Santa de Paradela, está dando sus frutos. De hecho, en los últimos días un buen número de personas se acercaron desde distintas localidades arousanas, pero también del conjunto de la provincia, para ver las representaciones. Además, turistas llegados de distintos puntos de España presenciaron esta puesta en escena.

"Estamos muy satisfechos, porque la afluencia de público ha sido mayor de lo que esperábamos. Hasta ahora ha habido más gente que el año pasado, y mucha de fuera, que vino especialmente para ver nuestra Semana Santa", explica Barros, que confía en que el público se mantenga en la escena de hoy.

Donde la meteorología no fue tan propicia fue en Vilagarcía. Allí la lluvia obligó a cancelar la procesión del Santo Entierro, que suele convertir el Viernes Santo en el día con las celebraciones religiosas más concurridas de la Semana Santa local.

Ferrol y Viveiro, sin tregua

Por su parte, la lluvia caída el viernes provocó finalmente la suspensión de tres procesiones de la Semana Santa en Ferrol, declarada de interés turístico nacional, al igual que la de Viveiro, en la Mariña lucense.

En esta última localidad la pertinaz lluvia impidió que las procesiones recorriesen las calles del casco viejo de la villa, la primera la del Encuentro, con imágenes articuladas, ni esta tarde la del Descendimiento o Desenclavo ni el Santo Entierro.

Igualmente, en Ferrol la tarde fue muy lluviosa, por lo que tuvieron que ser suspendidas tres procesiones. No obstante, se celebró una ceremonia religiosa, aunque en el interior de la concatedral de San Xulián.