Más de 3.000 científicos han suscrito ya la carta abierta por la ciencia en España que publican la Confederación de Sociedades Científicas de España, la Federación de Jóvenes Investigadores, la Plataforma de Investigación Digna y CC OO, cuyo objetivo es evitar una nueva reducción de la inversión en I+D+i y una fuga de cerebros multigeneracional. La carta se colgó ayer por la mañana en la página de la Cosce (Confederación de Sociedades Científicas de España) –www.cosce.org– y está abierta también a la ciudadanía. La misiva será entregada, junto con los nombres de los firmantes, al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a los miembros del Congreso de los Diputados y del Senado.

"En las próximas semanas, y a pesar de la recomendación de la Comisión Europea de que los recortes para controlar el déficit público no afecten a la inversión en I+D+i, el Gobierno y las Cortes Generales podrían aprobar unos Presupuestos Generales del Estado que dañarían a corto y largo plazo al ya muy debilitado sistema", explica la carta. Un recorte de este tipo, advierten "contribuiría al colapso" del sistema. "Esto implicaría el mantenimiento de un modelo económico obsoleto que ya no es competitivo y que es especialmente vulnerable a todo tipo de contingencias económicas y políticas",añade.

"Somos un país que recorta en ciencia, pero que despilfarra en otras cosas", critica Juan Carlos Mejuto, catedrático de Química Física de la Universidad de Vigo y exdecano de la Facultad de Ciencias de Ourense, uno de los firmantes de esta carta abierta. Según Mejuto, la situación de la investigación en España es en estos momentos insostenible y corre el riesgo de perder lo que se había logrado hasta el momento. "El esfuerzo de estos quince años para ponernos al día en investigación se puede perder ahora, porque de nada sirven las grandes infraestructuras ni los grandes equipos si luego no hay recursos humanos. Y no es un problema de partidos políticos, sino de que la gente reflexione y que vea que la inversión en ciencia es también invertir en futuro", se lamenta el catedrático, quien invita a mirar hacia países como Francia y Alemania. "España es uno de los países que se encuentra por debajo de la media de la Unión Europea en inversión en investigación, entre Italia, Grecia y Portugal, pero es que Portugal, por ejemplo, es un país con 11 millones de habitantes", argumenta el catedrático, que teme que programas científicos como el Ramón y Cajal y el Parga Pondal en Galicia, que comenzaban a consolidarse y que aportaban "savia nueva", se pierdan.

En similares términos se expresa Jesús Rodríguez Requena, del grupo de Medicina de la Universidad de Santiago e investigador del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CIMUS), quien advierte de que las consecuencias de la situación que atraviesa la investigación sea después difícil de recuperar. "Ya no es solo perder un 20 o un 30% de la inversión, sino que podemos perder una generación de científicos, incluso más. Antes saliamos al extranjero por formación; ahora lo hacemos por necesidad", se lamenta. El investigador del CIMUS sostiene que la calidad de la economía también depende de la producción científica de un país. "Solo hay que ver qué países están mejor y qué ciencia tienen, y ver si queremos ir hacia países como Bulgaria o Turquía, o hacia otros como Suecia, Japón o Canadá", recuerda.

Otros recortes

Los científicos piden en esta carta abierta "evitar que se lleve a cabo una nueva reducción de la inversión en I+D+i" y recuerdan que la financiación se ha recortado en un 4,2 % en 2010, un 7,38 % en 2011 y se baraja una reducción del 8,65 % este año. La financiación en I+D+i en 2010 fue del 1,39 % del PIB y en 2011, calculan del 1,35 %, lejos de la media de los 27 (2,3 %). Para este colectivo, la inversión ha de ser estable e independiente de ciclos políticos y económicos.

Reclaman además, que se incluya la I+D entre los sectores prioritarios permitiendo una oferta de empleo público y posibilidades de contratación en organismos públicos de investigación, universidades y centros tecnológicos, tal y como advierten los dos investigadores gallegos firmantes de esta carta.

Para los firmantes de este texto, es urgente flexibilizar la contratación en investigación, de lo contrario el abandono de líneas de investigación supondrá una importante pérdida de inversión. El CSIC, por ejemplo, ha recibido en 2010 y 2011 menos de un 20 % de "las necesidades mínimas" de personal investigador establecidas en su plan estratégico, según la misiva.

Los científicos solicitan a los políticos coherencia porque no pueden hablar de cambio de modelo productivo basado en el conocimiento, "mientras que todos los pasos van en dirección opuesta".