Anxo Fariña (Vigo, 1977), licenciado en Bellas Artes, escritor e ilustrador, presenta mañana a las 20.00 en la Casa do Libro de Vigo su última obra "A chave da Atlántida", Premio Merlín de Literatura Infantil.

–¿De dónde nace la idea de entrar en "la Atlántida"?

–Nace de un lugar en concreto: en las Islas Cíes. En concreto, en un mirador natural donde se ubica la llamada "A pedra da campá". Esa piedra tiene una oquedad que es como un ojo y se te metes ahí es como un portal mágico. La primera vez que estuve allí creí que desde allí podrías teletransportarte a cualquier lugar del mundo. A un mundo mágico o perdido. Y ahí, estando frente al Atlántico, pensé que podría ser la llave de entrada al continente perdido..

–Los científicos del "Proyecto Prometeo" crean A-cero en su libro, un ser humano artificial. ¿Esto tiene algo de la ciencia ficción de Ridley Scott o de la mitología clásica?

–Creo que el sueño de crear un ser humano artificial, no una réplica, viene de la antigüedad. Ahora me apoyo en la tecnología para darle credibilidad a que pudiese crearse; se hace con silicio. Conozco muchos libros de ciencia ficción, pero más que basarme en un concepto que ya esté planteado en libros, lo veo como el sueño de la humanidad de replicarse a sí mismo. La primera pregunta que se hace es ¿por qué replicar a un ser humano si hay miles?

–Y recupera el mito de la ciudad perdida, siguiendo con los clásicos.

–En la lectura de Platón, en los escritos sobre la Atlántida, describía una ciudad con canales circulares en donde había cantidad de barcos. A partir de ahí, escribiendo en una libreta me di cuenta de que se parecía mucho a un laberinto celta. Y pensé ¿por qué no podría ser?. Hay unos grabados que encuentran en el libro y que están basados en un laberinto celta.

–¿Es una forma de adentrar a los más pequeños en el mundo de la mitología o de hacer que abran su mente a la creatividad?

–Más bien es lo segundo. Es una forma de que vean las posibilidades que pueden tener, porque ellos son los ingenieros del futuro. Pero que quedan muchos mundos por descubrir. Lo que les planteo es ¿por qué no se descubrió antes la Atlántida si estaba ahí tan cerca? Una simple piedra puede ser la salida a otras ideas. Me gusta pensar que aún existe magia en el mundo, que no todo es crisis, política y especulación.

–¿Son los niños como lectores críticos?

–Son los primeros en decir si algo les gusta o no les gusta, sin miramientos. Si no les gusta, no lo leerán. Escribir para niños es un reto, porque son muy exigentes y tienen mucho donde elegir. Creo que leen mucho.

–Deme un truco que desarrolle la creatividad por 0 euros.

–Desde la literatura, pensar ¿qué más podría ser? Un ejercicio de dejar volar la imaginación; cosas en las que pensar. Que las mentes de los niños sean libres.