Los treinta años en primera línea del panorama político español e internacional que lleva Javier Solana le animan a querer seguir. El viernes a última hora llegó a Bueu para disfrutar de sus vacaciones que este año serán más cortas por motivos laborales. Permanecerá en Cela hasta el tres de septiembre cuando retomará sus funciones docentes impartiendo cursos y conferencias. Llegó, directamente desde Estados Unidos, y lo primero que hizo fue darse un baño al anochecer en la playa de Lapamán.

La estancia en O Morrazo de el ex alto representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común en la Unión Europea, conocido popularmente como "Mr. Pesc", será similar a la los quince años que lleva veraneando por esta tierra. Una rutina de "vida tranquila en casa, salir a correr por los montes de la comarca e ir a la playa" como declaró el político, ayer a mediodía, al regreso de su sesión matutina de deporte. Salió acompañado por el personal de seguridad y recorrieron el monte de Hermelo. La tarde antes, un baño en Lapamán marcaba el inicio de su descanso, "por el momento solo me he bañado en Lapamán. Vengo por menos días, pero no podía faltar".

Javier Solana se muestra complacido por el buen tiempo que encontró en la zona a la vuelta de su último mes de trabajo en Estados Unidos donde, además de impartir clases, colabora en negociaciones internacionales. Es el caso del actual plan de paz entre Israel y Palestina donde proponen la creación de un estado palestino. Sobre esta cuestión el político opina que "estas negociaciones, que estaban estancadas desde el año 2008, nunca habían mantenido contactos tan directos" y espera que "prosperen para hallar la fórmula definitiva que cree el estado palestino". Otro asunto internacional es la retirada de tropas norteamericanas de Irak: "Es una decisión muy importante. Tras siete años de una guerra terrible, absurda y con muchas muertes de civiles, lo importante es que ahora el país encuentre su estabilidad y su capacidad de construir su propio futuro", dice Solana.

Sobre política española, prefirió no opinar. Se excusa en que acaba de llegar de pasar un mes en el extranjero y prefiere esperar a conocer todos los aspectos de las polémicas que sacuden al PSOE –como las elecciones primarias de la Comunidad de Madrid–. Solo apuntó la obligación de seguir trabajando para que la situación económica de España repunte y "la necesidad de verificar si los signos que comienzan a llegar desde muchos países del mundo de que hay una salida de la crisis son verdaderos", y vuelve a insistir, "porque está siendo demasiado larga".