El diámetro de la Luna se ha reducido unos cien metros en los últimos mil millones de años y sigue encogiéndose en la actualidad, según un estudio realizado por investigadores de la NASA.

El equipo ha descubierto, a través de la observación de las imágenes captadas por la sonda espacial Lunar Reconnaisance Orbiter (LRO) de la NASA, que unas fallas o acantilados "jóvenes" en la corteza lunar indican que la luna se ha reducido en el pasado y podría seguir encogiéndose hoy en día.

La luna se formó en un ambiente caótico de intenso bombardeo de asteroides y meteoritos lo que calentaba la luna y a medida que ha envejecido, se ha ido enfriando. La nueva investigación revela una relativamente reciente actividad tectónica, unida al enfriamiento y a la contracción lunar.

"Calculamos que estos acantilados llamados ´lobate scarps´ se formaron hace menos de mil millones de años y podrían ser tan jóvenes como de cien millones de años", explica el científico del Centro de la Tierra y de Estudios Planetarios del Museo Nacional del Aire y el Espacio en Washington, y director del estudio, Thomas Watters.

"Basándonos en el tamaño de las fallas, estimamos que la distancia entre el centro de la luna y su superficie se contrajo sobre 300 pies --casi cien metros--", apunta el director del trabajo, publicado en la prestiiosa revista Science.