Sasha Obama, hija del presidente de Estados Unidos, disfrutó ayer de un baño de más de una hora en las aguas del Mediterráneo en la playa Costalita de Estepona (Málaga), mientras que su madre, Michelle, optó por descansar dentro de una hamaca libanesa resguardada de las miradas de los curiosos.

La primera dama estadounidense, su hija y algunos de los amigos que las acompañan en sus vacaciones han permanecido en el club de playa del hotel Villa Padierna de Benahavís, ubicado en el municipio vecino de Estepona, hasta alrededor de las cuatro de la tarde, cuando la comitiva ha partido hacia el lugar de alojamiento.

La playa ha sido acordonada por agentes policiales para garantizar la seguridad de los Obama, que han llegado en torno a las 12.40 horas con una comitiva de trece vehículos, y en el chiringuito ondeaban las banderas estadounidense, española y europea.

El dispositivo de seguridad ha incluido dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, Guardia Civil, lanchas neumáticas y buzos, además del servicio secreto estadounidense.

Ya en días pasados el servicio de seguridad de la primera dama había pedido que, en caso de que ésta decidiera ir a la playa, se pudiese garantizar su protección, lo que explica el glan despliegue policial habido en la costa.