Durante todo el fin de semana tendremos la misma sensación de calor asfixiante que acompañó a la comunidad en los últimos días de julio. Sobre todo en las localidades del sur. Las temperaturas se situarán alrededor de los 35 grados, con picos incluso de 38 grados en el interior de Ourense. Esta vez, la explicación está en una masa de aire caliente procedente del continente africano que viene impulsada por la perfecta colocación a efectos meteorológicos del anticiclón de las Azores con la suma de un fenómeno típicamente estival conocido como baja térmica. Un "caldo de cultivo" que ha llevado a Meteogalicia a activar la alerta amarilla hoy en el entorno del Miño tanto en Pontevedra como en Ourense y que mañana se ampliará también a la comarca de Valdeorras.

Los termómetros oscilarán hoy entre los 22-23 grados del norte de Lugo y los 33 que se prevén para Vigo y Pontevedra. En Ourense y su entorno llegarán a los 36, especialmente a partir del mediodía. El índice de humedad será bajo, con lo que la sensación térmica no será mayor. Pero tampoco el viento permitirá una tregua, ya que se espera que sople muy flojo.

Las temperaturas subirán todavía un poco más mañana, con registros ya de 38 grados en la capital ourensana y algunas otras zonas de la provincia En Pontevedra rondarán los 35. Al final de día, sobre todo en las áreas en las que más azote el calor, las previsiones de Meteogalicia apuntan a la aparición de nubes acompañadas de tormentas nocturnas, lo que permitirá aligerar el ambiente y que la próxima semana empiece con el termómetro mucho más relajado. Aún así, en la mayor parte del sur de la comunidad, las máximas se mantendrán por encima de los 30 grados y podrían repetirse las tormentas aisladas.