Si su viaje ideal consiste en hamacas bajo el sol, pulseras de todo incluido y parajes tropicales, el InterRail no es para usted. Tampoco si necesita un guía para moverse por otros lugares. Si por el contrario se considera un aventurero, le gusta empaparse de la cultura de nuevos países, tiene cierta atracción por los viajes en trenes y un lumbago resistente, esta información le resultará muy útil.

El InterRail es un pase que permite viajar en tren, de forma gratuita y libremente por más de 30 países, aunque popularmente y por extensión también se usa el término para definir al viaje en sí. Hay distintas modalidades del pasaje en función de la duración, del tiempo durante el que es válido y los países por los que da derecho a moverse.

El perfil típico del usuario del billete InterRail es el llamado "mochilero". Este término ejemplifica a todo aquel viajero que por equipaje entiende mochila, de ahí el término. La planificación en ocasiones no existe, el viaje está abierto. La cama la proporcionan albergues y muchas veces los asientos del propio tren. El restaurante favorito del usuario de InterRail es el supermercado más económico.

Pero el término InterRail no es sinónimo de improvisación absoluta. Para subirse a algunos trenes como los de alta velocidad y disfrutar de servicios adicionales como vagones con cama es necesario pagar un suplemento. En otros casos hay que formalizar con anterioridad la reserva.

Para poder dormir en algunos albergues es necesario presentar el carné de alberguista. Además, en caso de necesitar asistencia médica, el viajero debe contar con la Tarjeta Sanitaria Europea. Son requisitos y preparativos que hay que tener en cuenta antes de partir. En 2007 el billete sufrió un lavado de cara completo. Desde entonces se ofertan dos pasajes, el global pass (pase global) y el one country pass (pase para un solo país). En esta última modalidad los destinos se agrupan en niveles.

El precio varía en función del tipo de pase, de la edad del viajero, de los distintos niveles según los países y de si el billete es de primera clase o de segunda. Los niños de menos de 12 años, con pasaje de segunda clase para el nivel 4 y con una duración de tres días, sólo pagan 24,5 euros. Los mayores de 26 que deseen viajar durante 30 días continuos con el pase global en primera clase deberán desembolsar 809 euros.