"El ejército de las narices rojas tomará Vigo del 26 de julio al 1 de agosto. No será una acción pacífica: ocuparán plazas y calles, lanzarán tartas de nata, ignorarán las convenciones sociales y prometen saquear la ciudad y llevarse todas las risas posibles". De esta forma arrancó el InformaClown sus publicaciones, y, tras haber pasado la semana más estrambótica del verano vigués, se puede decir que los vaticinios del periódico del festival han acertado de pleno.

El undécimo Festival Internacional de Clown de Vigo echó ayer el cierre tras decenas de actuaciones y cursos y miles de carcajadas dispersas por toda la ciudad. Esta edición, que estuvo acompañada de la ola de calor más intensa del verano, fue calificada por Iván Prado, director del festival, como "un festival con mucho calor, pero no sólo con alta temperatura, sino con calor humano". El buen tiempo animó durante estos días a vigueses y visitantes que no sucumbieron sólo a los encantos de la playa y se acercaron a los numerosos actos programados en la ciudad, que tuvieron lugar tanto en la carpa de circo que se habilitó en la Praza do Concello como en el Auditorio Caixanova o en la Praza da Constitución. "Vigo se convirtió en Festiclown, y el Festiclown se convirtió en Vigo", resumió Prado.

El polémico Leo Bassi, que actuó el pasado lunes con su show "The Best", el belga Elliot, que lo hizo el jueves con su espectáculo "Gladiator del humor", o el televisivo Pepe Viyuela, que clausuró ayer por la noche el certamen con su actuación "Encerrona", fueron sólo algunos de los nombres que pasaron por esta edición. En la mayoría de las actuaciones se completaron los aforos, hasta el punto de que las colas en el exterior de los recintos sorprendieron a más de uno. Desde la organización se mostraron encantados por este éxito de afluencia que superó ampliamente la de las ediciones pasadas.

Pero no todo fueron actuaciones de payasos. Uno de los platos fuertes de este año fue el FormaClown, los cursos de formación que impartieron consagrados profesionales del mundo de la risa. Más de 200 alumnos se inscribieron y asistieron a las clases de iniciación al clown, teatro gestual, zancos y comicidad, o clown para mujeres.

Otra de las novedades fue la campaña de solidaridad con Palestina con la recaudación de fondos para organizar allí un festival de clown. La Gala Clown por Palestina, celebrada el martes, fue un ejemplo del factor solidario del festival: "Los payasos queremos ser los cascos azules de la risa en Palestina", expresó Iván Prado, quien también quiso agradecer el apoyo obtenido de la Concejalía de Cultura, al tiempo que reprochó las dificultades impuestas desde la Autoridad Portuaria, de la que dijo que estuvo "haciendo imposible" la realización del Festiclown, lo que obligó a cambiar de ubicación algunas actuaciones.

Según Prado, el Festiclown 2011 ya está preparando la nariz roja, la tarta de nata y las ganas de hacer reír un año más para salir a escenario. "Ya tenemos el diseño hecho y estamos empezando a preparar todo para superarnos", prometió.