La Consellería de Sanidade tiene previsto empezar en los próximos meses un programa de facilitación de las pruebas rápidas de detección del VIH, con el objetivo de contribuir a fomentar el diagnóstico precoz. Así lo anunció ayer la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, en el acto de inauguración del XIII Congreso Nacional sobre el Sida que se celebra en Santiago, en el que indicó que este programa pretende también "sensibilizar" a la ciudadanía sobre el peligro del abandono de las medidas preventivas cuando existen prácticas de riesgo.

"Sabemos que cuando las personas conocen su infección por el VIH se reduce la transmisión hasta en un 45%", comentó la titular de Sanidade. En este sentido, comentó que las pruebas rápidas del VIH "suponen un importante avance para acercar el diagnóstico a personas con prácticas de riesgo y con dificultades de acceso al sistema sanitario". Por ello, Farjas comentó que la Dirección Xeral de Saúde Pública e Planificación trabaja en la puesta en marcha de un proyecto, en colaboración con diferentes instituciones y asociaciones, para una detección precoz anónima del VIH en Galicia.

Estas pruebas están destinadas a personas con prácticas de riesgo y que no fueron diagnosticadas previamente. Preferentemente, según expuso la conselleira, se ofrecerán a la población "con mayor riesgo relativo de retraso diagnóstico de esta infección" en Galicia, como los mayores de 40 años, inmigrantes de áreas de gran prevalencia o las personas con menor nivel de formación, socialmente excluidas o con riesgo de estarlo. "No se excluirá a nadie que las solicite", subrayó.

Por otra parte, un estudio presentado ayer en el marco del congreso concluye que el 24% de los portadores de VIH afirma haber sufrido discriminación en el trabajo, y que la lipodistrofia --pérdida de grasa o acumulación de ésta en zonas concretas del cuerpo– agrava el estigma y autoexclusión de personas infectadas con el virus VIH e influye en la salud psicológica de estos pacientes. En este sentido, el estudio cosntata que el 60% de las personas con VIH encuestadas afirman que perciben algunos de los efectos de la lipodistrofia.