Andrés Villar, alpinista y guardia civil de la localidad coruñesa de Noia, selló ayer la credencial de peregrino tras recorrer en patines el Camino de Santiago desde Toulouse (Francia) por carretera. El peregrinaje, de 1.300 kilómetros– comenzó hace once días y se dividió en diferentes etapas –algunas de ellas alcanzaron los 150 y 160 kilómetros diarios– y, bajo la lluvia, Villar llegó pasadas las 10.45 horas a la emblemática plaza del Obradoiro, la fachada más conocida de la catedral de Santiago.

Villar explicó que desde 1993 intentó culminar la hazaña con sus patines en todos los años santos, si bien tuvo que abandonar en todas ellas por la falta de apoyos –carecía de vehículos de apoyo que transportaran su equipaje– y diversas lesiones en la espalda y rozaduras en los hombros.

"En el Xacobeo de 1993 no pude con el Camino, porque iba en solitario y no llevaba coches de apoyo. Lo intenté en 1999, el último año santo del siglo XX, pero una lesión de espalda me lo impidió", lamentó Villar, quien añadió que su intento de 2004, primer Año Santo del siglo XXI, fracasó nuevamente por las lesiones y la falta de medios.

"Al final, gracias al Ayuntamiento de Ribeira (A Coruña) –patrocinador de la iniciativa–, que me apoyó en todo, no tuve ningún problema, ya que lo físico era casi secundario, vale más la ilusión que otra cosa", sentenció el guardia civil y ex profesor de rescate de montaña.

Recordó como etapas "durísimas" la subida a la Cruz de Ferro, en León, y el ascenso al puerto de Pedrafita do Cebreiro, en Lugo, que afrontó con "bastante frío" y "varias caídas". Para alcanzar la meta consideró como ingredientes necesarios "un 50 por ciento de físico" y otro "50 por ciento de cabeza", porque, aseguró, "si no tienes cabeza no llegas", si bien reconoció que el "físico" es "importante".

Además de este reto, Andrés Villar está inmerso en otros proyectos como un "Camino solidario", una iniciativa que consiste en recorrer "todas las rutas de peregrinaje gallegas durante el Año Santo". Villar comentó que ésta es la "cuarta vez" que hace el Camino este año. La primera vez fue el pasado 1 de enero, desde la localidad coruñesa de Ribeira y espera "acabar el año" haciendo la ruta desde Fisterra, en donde pretende "ver la puesta de sol".