El Papa Benedicto XVI invitó ayer, durante el rezo del Regina Coeli, en la Plaza de San Pedro, a seguir combatiendo el pecado que, "a veces, por desgracia, afecta a miembros de la Iglesia", tal como hasta ahora han hecho por el "bien espiritual y material" de todas las personas.

"El verdadero enemigo al que hay que temer y combatir es el pecado, el mal espiritual", defendió el Santo Padre, ante los miles de fieles que se congregaron este mediodía en la Plaza de San Pedro, para participar en esta ceremonia, equivalente al Angelus en el tiempo de Pascua.

Así, el Pontífice defendió que hay que "temer al pecado", para lo cual resaltó la necesidad de estar "radicados en Dios, unidos en el bien, en el amor y en el servicio". "Vivimos en el mundo, pero no somos del mundo, y debemos guardarnos de sus seducciones", matizó.

Ferviente esfuerzo

"Esto es lo que la Iglesia y sus ministros, unidos a los fieles, han hecho y siguen haciendo con ferviente esfuerzo por el bien espiritual y material de las personas en todas partes del mundo", explicó. Por ello, el Papa alentó a proseguir "juntos" y con "confianza" este camino, en el que las pruebas del Señor deben empujar hacia "una mayor radicalidad y coherencia".

Por último, Benedicto XVI agradeció la cercanía y solidaridad de los presentes, a los que expresó su "reconocimiento". Especialmente, destacó la "calurosa presencia" de los fieles italianos que participan en un evento laical en Roma y, en su saludo en español, se dirigió de manera muy particular a los fieles de la parroquia San Luis Gonzaga, de Barcelona.