El creativo Víctor M. López, presidente ejecutivo de Vodka Capital y ex socio de Zinkia, la productora de la serie infantil “Pocoyó”, protagonizó ayer en A Coruña la segunda jornada del Foro María José Jove con la conferencia “Televisión y educación: idoneidad de la programación”, en la que analizó el papel que juega la televisión en la vida de los niños y explicó cómo se desarrolla una serie de animación, desde la idea hasta la elaboración del guión.

-¿Cómo ve la programación infantil en las cadenas de televisión españolas?

-En general, las televisiones españolas apuestan poco por los contenidos infantiles. Hasta hace bien poco, las únicas cadenas que estaban haciendo algún esfuerzo, en este sentido, eran La 1 y La 2 de TVE, algunas autonómicas, como la Televisión de Galicia... el resto nada. Ahora, con la TDT, se abren más posibilidades. Aún así, la programación infantil continúa bastante limitada en las cadenas generalistas. Y esto hace que, al final, el programa más visto por los niños sea “Camera café”, tal y como reveló una encuesta reciente.

-Tras el éxito de programas infantiles como “Los Lunnies” o “Pocoyó”, ¿por qué cree que las cadenas españolas no suelen apostar por los contenidos para niños?

-Porque la producción de contenidos infantiles es muy cara y el nivel de riesgo, sumamente elevado.

-Aún así, productos creados en el extranjero como “Bob Esponja” o “Los Teletubbies” han obtenido altos beneficios...

-Por supuesto que sí. De hecho, “Bob Esponja” facturó mil millones de dólares en todo el mundo sólo durante su primer año de vida. Y “Los Teletubbies”, en una década, aportaron a sus creadores unos beneficios de 1,2 billones de libras. Pero también es verdad que, en el momento de echar a andar, ambos programas tenían tras de sí una infraestructura potente con capacidad para asumir cierto riesgo. En España, los directivos de las cadenas de televisión están más preocupados por captar ingresos por publicidad. Aunque en épocas de crisis, como la actual, tampoco sea una fuente de ingresos demasiado segura.

-En su conferencia habló sobre el papel que juega la televisión en la vida de los niños. ¿Cuál entiende usted que debe ser su función?

-Desde mi punto de vista, la televisión no puede ser entendida como un medio estrictamente educativo. Los padres deben saber que es una herramienta de entretenimiento, de ocio y de diversión aunque, evidentemente, tiene un gran potencial educativo. En este sentido, creo que un buen contenido audiovisual infantil debe conseguir que ciertos valores estén latentes en la pantalla de manera que sean entendidos por los niños.

-Para lograr ese objetivo, ¿qué proceso siguen los creativos en una serie de animación?

-Hoy en día, una serie infantil es un producto mucho más cuidado que hace quince años. Hay una mayor preocupación en lo que se refiere a los valores que transmitimos a los pequeños espectadores. A la madre de “Bambi,” por ejemplo, la matan a tiros los cazadores. Eso no pasa actualmente.