María Neira González, en una conversación telefónica desde Ginebra (Suiza) con FARO, expone la situación de alarma generada por la gripe porcina y explica con detalle los sucesivos pronunciamientos de la OMS, organismo que dirige la estrategia global frente al nuevo virus.

-Resuma el panorama actual de la “gripe nueva”.

-Los mensajes de la OMS han sido desde el principio extremadamente consistentes y coherentes. Hemos mantenido el mensaje de que se trata de un nuevo virus y de que hay muchas incertidumbres con respecto a él. Y de que hay que tomar medidas preventivas y de preparación frente a posibles escenarios.

-¿Puede esbozarse una hipótesis sobre el origen de la epidemia?

-No, y no es el momento de dar por definitivo ningún estudio epidemiológico. Estamos siguiendo la pista al virus en una carrera contrarreloj. Normalmente es una vez pasado el pico de una epidemia cuando se pueden hacer estudios epidemiológicos más profundos, más detallados y más localizados para entender el origen. Se está trabajando en muchos frentes, y el epidemiológico es uno de ellos.

-¿Cómo se produce la mutación de un virus?

-Los virus, por definición, mutan. Su genoma puede cambiar, por ejemplo si se instala en un humano. Por eso damos esa recomendación de que no se tome ningún medicamento sin indicación, porque puede contribuir a que el virus mute y se haga más resistente.

-¿Las mutaciones son fruto del azar o influyen algunos factores?

-Sucede un poco como aquello de que la inspiración tiene que encontrarte trabajando. La mutación tiene que hallar un buen terreno que puede venir de factores ambientales, ocupacionales, higiénicos, inmunitarios, nutricionales, de pobreza, de aglomeración... Todo está ligado. Incluso en un modelo perfecto habría transmisión de virus.

-¿Es posible realizar un pronóstico de lo que puede ocurrir en seis meses o un año?

-Es muy fácil y poco costoso realizar pronósticos. Basta una buena imaginación, un modelo matemático y un ordenador, y luego jugar con datos. La cuestión es para qué. En la OMS no queremos hacer predicciones. Cualquier predicción no sería tomada como tal, sino como una alarma. Y no jugamos a aprendices de brujo ni a profetas.

-Puede parecer que el nivel de alarma actual no se corresponde -salvo en México- con las cifras de afectados.

-No lo sé. Nosotros trabajamos con hechos, y el hecho es que hay un virus nuevo, hay una transmisión entre humanos y se ha expandido a distintos países. Estos tres elementos juntos significan para la OMS y para el reglamento sanitario internacional un nivel de alerta 5 y la preparación de unos planes de contingencia en todos los países.

-¿El perfil de los fallecidos permite sacar conclusiones?

-Todavía no. Al principio eran personas jóvenes, pero el número de fallecidos que se dio al principio se ha rebajado sustancialmente porque manejamos exclusivamente datos confirmados por laboratorios. Ahora que México nos ha remitido más datos estamos haciendo nuevos análisis. Pero aún es pronto para algunas respuestas. No sabemos bien por qué al principio parecía que eran más bien jóvenes... En fin, no tenemos una respuesta.

-¿Observa un riesgo serio fuera de México?

-Si no lo observáramos no hubiéramos hecho la alerta. Pero, ¿qué significa serio? Todos los escenarios son posibles. Es posible que, como parece hasta ahora, haya una pandemia donde los pacientes presenten un cuadro clínico leve. Pero es posible también que en las próximas semanas haya un giro en otro sentido.

-Pero por el momento estamos, en general, ante casos leves.

-Estamos hablando de un cuadro clínico leve que responde al tratamiento. Eso no nos asegura que la transmisión y la virulencia vaya a seguir así, pero no es seguro que vaya a cambiar.

-¿Podemos estar ante la famosa pandemia de gripe común que se espera desde hace años?

-Éste no es el virus de la gripe común, eso está clarísimo. Que pueda, a la larga, comportarse como el virus de la gripe común no está excluido, claro que no. Lo que queremos es no esperarla, sino estar preparados por si llegara.

-¿No temen generar una oleada de pánico incluso en poblaciones alejadas de la zona de riesgo?

-¿Y cual sería la otra opción? Claro que sería mejor que no provocara una oleada de pánico, pero no hay nada que provoque más pánico que decir: “Por favor, no tengan pánico”. Nuestras recomendaciones se dirigen a las autoridades sanitarias para que se preparen.

-¿Qué significa exactamente “pandemia inminente”?

-Pandemia significa extensión, expansión global, entre toda la población. Inminente significa que se está acercando. Se advierte de que un riesgo se está acercando. Que luego ese riesgo se reduce, mejor para todos. Lo que sería imperdonable es no haberlo advertido.