La crueldad del fútbol vino a ver a Iago Aspas. El delantero del Celta tuvo la desgracia de fallar el último penalti de la tanda ante Rusia, el lanzamiento que consumó la eliminación de la selección española tras un partido mal jugado por los de Fernando Hierro ante un rival que jugó pensando únicamente en defenderse y en jugarse el pase a cuartos en los lanzamientos definitivos.

Iago Aspas, ausente en el equipo inicial, entró en el campo cuando restaban poco más de diez minutos para el final del partido en sustitución de Diego Costa. Jugando como única referencia en ataque participó en un par de acciones de peligro (una dejada con el pecho a Iniesta) y un disparo que el portero ruso sacó con la punta de los dedos.

En la prórroga, con la entrada de Rodrigo Moreno en el campo, Iago Aspas pasó a jugar como segunda punta y con el delantero del Valencia generaron situaciones más claras para la selección española que vio cómo el tiempo se le agotaba.

En los lanzamientos de penalti, a Iago Aspas se le reservó el quinto lanzamiento. Tras el fallo de Koke y el acierto de los cuatro rusos, su tiro podía suponer el adiós de España. Y Akinfeev, con la punta del pie sacó un remate cuando ya se había vencido hacia su derecha. Una desgracia que el gallego, por lo visto en el torneo, no se merecía.