La granola: el secreto para adelgazar sin sufrir con la dieta

Todavía es una gran desconocida aunque puede que por poco tiempo. Y es que tanto en los hogares españoles como en los locales especializados en desayunos, muy de moda en las grandes ciudades, ya ocupa un lugar protagonista. Hablamos de la granola.

Al margen de los beneficios saludables que le atribuyen los expertos nutricionistas, últimamente la granola ha ganado fama entre las dietas de adelgazar por la saciedad que produce. ¿Pero de qué está compuesta la granola?

Presente en cualquier supermercado de tu barrio, la granola es un conjunto horneado de copos de avena con frutos secos y miel que admite tantas variantes como gustos existen. No solo es una alternativa sana y nutritiva a los cereales industriales que probablemente consuman tus hijos todas las mañanas sino que también se convierten en una opción, sana, equilibrada y perfecta para el que sigue una dieta, no sufra.

La avena es un cereal muy completo y equilibrado. Junto a los carbohidratos y la fibra, aporta más proteína, grasa y minerales que otros cereales. Son prácticos, deliciosos y muy nutritivos, así que no es extraño que se hayan convertido en uno de los ingredientes más apreciados en la alimentación saludable.

La avena sienta bien y no es por casualidad. Su fibra y sus antioxidantes le otorgan propiedades contrastadas que la convierten en un cereal terapéutico. ¿Te animas a cocinarla y a disfrutar de un desayuno sano, delicioso y nutritivo cada día? Te lo explicamos en este vídeo:

Recetas veganas: desayunos deliciosos con granola

Ingredientes:

• 200 gramos de copos de avena.
• 50 gramos de nueces o almendras, o bien avellanas.
• 2 cucharadas soperas de semillas de lino, de sésamo y de calabaza.
• 4 cucharadas soperas de miel, agave o sirope.
• 2 cucharadas soperas de aceite de oliva.
• 1 cucharada de postre de canela
• 2 cucharadas soperas de fruta deshidratada como arándanos, bayas goji, pasas

Elaboración:

• Hornear 20 minutos a 150ºC. Tener cuidado de que las frutas no se oscurezcan.
• Conservar en botes con cierre hermético (hasta cuatro meses).

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