La calle se ha vuelto a llenar de gente, pero no las tiendas. Las principales asociaciones de comerciantes de Pontevedra y Marín observan que el gasto se ha contenido en esta fase de desescalada del estado de alarma provocado por el covid-19. La "incertidumbre" por la situación económica general y la "pereza" que genera comprar con las restricciones que impone la lucha contra el coronavirus, "no ayudan al consumo; más bien lo contrario", como explica el portavoz del Centro Comercial Urbano Zona Monumental de Pontevedra, Miguel Lago. "La incertidumbre conduce al ahorro", apunta este portavoz de los comerciantes de Pontevedra, quien explica que la gran mayoría de los establecimientos comerciales de la ciudad han vuelto a abrir, pero no están recibiendo la respuesta esperada por parte de los consumidores.
Los profesionales cumplen escrupulosamente las medidas de prevención contra el coronavirus en los establecimientos (aforo, turnos, limitación de espacio, mascarillas, distancia social, hidrogeles...) pero estas "limitaciones" a la compra "echan para atrás" a muchos clientes, por la incomodidad que supone, lamentan.
En los días posteriores al confinamiento obligatorio la afluencia de público y las ventas fueron "más animadas", pero a medida que avanzan las semanas con este tipo de restricciones, las visitas a las tiendas han ido cayendo.
La misma percepción tiene el gerente del Centro Comercial Aberto Estrela de Marín, Yonathan Carreira. "Los primeros días de la fase I (11,12 de mayo) sí se realizaron muchas transacciones, pero a medida que fueron transcurriendo los días las ventas no fueron en aumento", expone Carreira. "La situación económica no es la más apropiada, hay mucha gente con ERTE, etc., y el gasto está contenido", añade el gerente de Estrela de Marín.
Los portavoces del comercio de Pontevedra y Marín coinciden también en que las ventas son más animadas en los mercados y plazas de abastos, dado que "son productos de primera necesidad y en tiempos de incertidumbre el consumo se va a las cuestiones imprescindibles, la compra por impulso cae mucho", explica Miguel Lago.
