Los más pequeños de la casa vuelven a ser los destinatarios de la sugerencia del Museo para animar los días de confinamiento con una propuesta cultural de la que disfrutar desde casa. La institución propone en esta ocasión en su web www.museo.depo.gal juegos tradicionales con los que saber más de la evolución del vestuario a lo largo de la historia.

"Se hace un recorrido por diferentes épocas", explican los responsables de la iniciativa, a partir de una docena de piezas de vestir como trajes, pero también, joyas, complementos, y sobre todo retratos (algunos vinculados a la historia de la ciudad de Pontevedra). "La actividad se inicia con una lectura sobre los motivos por los que en cada época la ciudadanía se vestía como lo hacía y por qué utilizaba los objetos que porta en sus retratos y pinturas", indican desde el Museo.

El periplo por el vestuario de nuestros antepasados arranca con el torque más importante del Tesouro de Foxados, de la Edad de Hierro, una pieza "que mostraba distinción social", afirman los responsables del Museo. A continuación se propone una aproximación a un retrato de la reina Margarita de Austria, de 1607, uno de los depósitos del Museo del Prado en la pinacoteca provincial y que muestra a la monarca, esposa de Felipe III, retratada por el famoso pintor de la corte Juan Pantoja de la Cruz, con sus ropajes bordados, encaje y joyas, entre las que destaca el collar real hecho con el diamante "Estanque" y la perla "Peregrina".

También se explican las características de un broche de esmeraldas del siglo XIX; un retrato del contralmirante Méndez Núñez de 1863, cuando vivía en la "Casa del arco" de la plaza pontevedresa que lleva su nombre, con su uniforme y condecoraciones; un retrato de Joaquina de Osma y Zabala de 1897, mujer del presidente del Consejo de Ministros, vestida al estilo del diseñador inglés de alta costura Frederick Worth; un parasol estampado de Cachemira; un retrato de Bernardo Martínez Bautista, indiano que vivió y falleció en la casa donde actualmente está el Café Moderno de Pontevedra; un reloj de bolsillo del siglo XIX; un vestido de 1920 de tela y lentejuelas -una de las singularidades que guarda el Museo-; un autorretrato del pintor Amadeo Suárez Couto de 1919 vestido con el traje tradicional gallego; un boceto de muiñeira de 1860 de Dionisio Fierros que muestra, supuestamente, una boda gallega con trajes de gala; así como un sapo (un colgante articulado típico de la tradición orfebre del Noroeste) de tres cuerpos habitual para engalanar los trajes de gala tradicionales en Galicia para las ceremonias.

"Con todas estas piezas como inspiración", destacan los portavoces de la institución cultural, "el equipo educativo del Museo diseñó una serie de figuras recortables y coloreables" con atuendos, tocados y complementos para que los más pequeños exploren su creatividad y, de paso, el armario de nuestros antepasados.