Un lobo alimentándose de una presa, en plena noche y en el mismo lugar donde la manada había atacado un día antes. Son las sorprendentes imágenes que un joven vecino de Forzáns logró captar con una cámara de fototrampeo oculta entre las ramas de un árbol.

El vídeo, de gran valor dado la dificultad de grabar a estos escurridizos animales salvajes, muestra cómo un lobo se acerca a un carnero ya muerto para acabar de devorar sus restos. Las imágenes fueron obtenidas en el Coto da Feira a principios del mes de abril. Sergio Suárez Fernández, un joven de 20 años de la parroquia, se enteró de que una manada había atacado a unas ovejas allí, por lo que acudió al lugar para inspeccionarlo. Descubrió pisadas de varios cánidos y los restos de tres borregos, uno prácticamente reducido a su esqueleto.

Sergio decidió ocultar en un árbol una cámara con sensor de movimiento y visión nocturna, habitualmente usada por cazadores, para descubrir qué ocurriría la noche siguiente al ataque de los lobos en el mismo lugar donde aún permanecían los cadáveres. El resultado fue tan inesperado como sorprendente.

Grabó a un lobo acercándose con cautela a los restos de uno de los carneros devorados la noche anterior. El animal volvió en solitario al lugar para continuar alimentándose, como se puede observar de forma nítida en el vídeo. Sin embargo, tras estar un rato en el mismo lugar, finalmente decide alejarse y arrastra los restos de su presa unos treinta metros, lejos del indiscreto foco.

Lo extraordinario de la grabación es que muestra cómo el lobo volvió al mismo lugar de su último ataque para continuar alimentándose y su acercamiento al núcleo de población de A Feira, a apenas 50 metros de unas casas.

Sergio Suárez tan solo tiene 20 años, estudia Ingeniería Forestal y es un gran amante de la naturaleza. Junto a su abuela mantiene una pequeña explotación ganadera en Ponte Caldelas. Su vídeo es una nueva prueba de la aproximación de los lobos a las viviendas en busca de alimento en plena cuarentena. Hace unas semanas un vecino de Fornelos grababa a otro cánido en plena incursión nocturna por el centro de la villa. Los ganaderos se quejan de los sucesivos ataques a su ganado a la vez que suman avisos de la presencia lobos realizando incursiones cada vez más cerca de las casas en núcleos del interior de la provincia de Pontevedra.