La Brigada Galicia VII continúa con su despliegue dentro de la "Operación Balmis", en la que se enmarcan todas las operaciones de las Fuerzas Armadas en su lucha contra el coronavirus, y ayer unidades de la base de Pontevedra se desplazaron a las localidades de Combarro (Poio), Sanxenxo y Moraña. Efectivos de la Brilat de los acuartelamientos de Siero y Valladolid también se desplazaron hasta Lugo, Avilés, Villaviciosa y Palencia a lo largo de la jornada de ayer.

Además, a los militares de la base General Morillo de Figueirido también se les ordenó ayer reforzar todo el dispositivo de control fronterizo entre España y Portugal en el limite de la provincia de Pontevedra con el país vecino.

Según explicaron desde la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, la Brilat desplegará unidades para realizar, de forma permanente, el control de cuatro puntos fronterizos: en la PO-405 a su paso por el municipio de Arbo, en la calle Río Miño en Salvaterra, en el puente viejo de Tui en este mismo concello y en el paso de la PO-553 en el municipio de Tomiño.

El despliegue se realiza a petición de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra con quien realiza ahora estas patrullas conjuntas en la zona fronteriza con Portugal.

Desde la Subdelegación recuerdan que actualmente tan solo se mantiene abierto con Portugal el paso a través de la A-55 entre Tui y Valença do Minho con las restricciones y controles establecidos tras el decreto del estado de alarma.

Ante el anuncio de la prolongación del estado de alarma, la Subdelegación también tramitó la instalación de unas infraestructuras fijas "más dignas" para la Policía Nacional y la Guardia Civil que, junto con la Brilat ahora, desarrollan esta labor de control fronterizo.