El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés ya se encuentra en la fase "extensa" de difusión del virus de la gripe, la de mayor propagación del mismo entre la población, tal y como informa el Grupo de Vigilancia de Gripe del Centro Nacional de Epidemiología, ISCIII.

Buena prueba de ello es la situación que han acusado en las últimas semanas centros de salud, hospitalarios y de Urgencias de la sanidad pública, todos ellos hasta la bandera.

Esta masificación de los servicios y la necesidad de ingresar a los pacientes cuyo estado de salud así lo requiere han llevado a la gerencia a dar la orden de reabrir la totalidad de las camas que todavía se mantenían cerradas desde el inicio del verano. Esto y las continuas quejas tanto del personal sanitario como de las familias y enfermos, que son los que al fin y al cabo se llevan la peor parte en este tipo de decisiones organizativas.

En los últimos días, el servicio de Urgencias de Montecelo, al que llegan los casos más graves de afecciones respiratorias, ha acumulado una media diaria de 15 pacientes pendientes de ingreso en sus boxes y pasillos, ubicación esta última que más protestas genera entre los afectados y familiares.

El hecho de que todavía se mantuviese cerrada la mitad de las camas del servicio de Medicina Interna III en el Hospital Provincial, provocaba todavía más indignación. La primera mitad se abrió antes de las vacaciones de Navidad, pero aún quedaban 16 camas sin usar.

Desde la gerencia se justificaba esta decisión asegurando que "todas las camas están disponibles siempre" y cuando se necesiten. Sin embargo, lo que para trabajadores y familiares ya se había convertido en una necesidad desde hace más de un mes, no lo fue para el equipo directivo hasta ayer.

Las 33 camas de Medicina Interna III se cerraron, junto con otras 44 más del área sanitaria, a principios de verano. Del total de 77, la mitad de Medicina Interna eran las únicas que permanecían sin abrir desde entonces.