La Tertulia del Carabela celebra este año el XXV aniversario de su fundación en el mítico café-bar de la Plaza de la Estrella. Por ese motivo, sus miembros han instituido un premio para distinguir a una persona o entidad, cuyos principales méritos residan en la abierta defensa de los valores culturales, no siempre bien ponderados y a veces olvidados por las instituciones públicas
La cultura en su acepción más amplia ha estado siempre en el ADN de Pontevedra, muy por encima de su importancia demográfica, económica o urbanística. La nómina de pontevedreses ilustres en dicho ámbito resulta interminable: desde el catedrático de Retórica, Juan de Guzmán, primer traductor de las Geórgicas de Virgilio, en el siglo XVI; a Gonzalo Torrente Ballester y su magna obra "La Saga-Fuga de J.B.", escrita en los años que desempeñó su cátedra en el instituto e impregnada de pontevedrismo; pasando por Ramón Mª del Valle Inclán, que aquí publicó su ópera prima "Femeninas" en la imprenta de Andrés Landín, iniciador de una saga legendaria de escritores y cronistas.
El ganador del premio "Tertulia del Carabela" recibirá una representación de una carabela como símbolo por excelencia de apertura al mundo y protagonista destacada en el descubrimiento de América.
Esta primera edición se fallará en las próximas semanas y el ganador saldrá de un debate interno entre los tertulianos, cada uno de los cuales podrá defender la candidatura que considere más apropiada.
Los miembros de esta tertulia, seguramente la más antigua que sigue viva en esta ciudad, se reúnen en el café-bar Carabela todos los sábados, a partir de las diez de la mañana. Cuatro veces al año también celebran una comida de confraternidad, a la que asisten invitados de Galicia, España e incluso Norteamérica, que por residir fuera de Pontevedra no pueden acudir habitualmente. Todos ellos intervendrán en la votación del premio.
Entre los tertulianos se encuentran el juez Luciano Varela, el abogado, Modesto Barcia, el historiador Xosé Fortes, el arquitecto César Portela y el periodista y colaborador de FARO, Rafael L. Torre.
