La Audiencia de Pontevedra sienta mañana en el banquillo a cuatro acusados de pertenencia a organización criminal y robo con fuerza. Se trata, según la acusación del fiscal, de un grupo que actuaba con gran movilidad geográfica y especializado en robar viviendas. La Fiscalía sostiene que vigilaban los inmuebles y que, tras manipular las cerraduras, sustraían dinero y joyas. La Fiscalía exige dos años de cárcel para uno de los sospechosos y cuatro años de prisión para los otros tres.

Tres de los acusados carecen de permiso de residencia en España, domicilio habitual ni familia ni trabajo en territorio español y no tienen antecedentes penales. Un cuarto acusado tiene permiso de residencia y antecedentes penales aunque no computables a efectos de reincidencia.

En este caso también se investiga a otro supuesto componente del grupo que se halla en paradero desconocido (y respecto del cual la causa está sobreseída), así como otros individuos no identificados. Todo ellos, desde antes de 2018 conformarían un conjunto de personas, con gran movilidad geográfica, estaban especializadas en cometer delitos contra la propiedad en domicilios a los que, previo control de los mismos y tras la manipulación de las cerraduras de las puertas de acceso, accedían para sustraer fundamentalmente dinero en efectivo y joyas.

Sus actuaciones delictivas las realizaban sucesivamente durante cortos espacios de tiempo en distintas localidades de zonas concretas de la geografía española, y dando luego salida del territorio nacional de forma casi inmediata al botín obtenido.

Los hechos que mañana se juzgan constituirían un delito de pertenencia a organización criminal, por una parte, y un delito continuado de robo con fuerza en las cosas cometido en casa habitada.

Según el fiscal los cuatro acusados son autores del delito de pertenencia a organización criminal y se solicita penas de entre dos y cuatro años de prisión, conforme a un pacto de conformidad previo que deberá ser ratificado en ante el tribunal.