La Guardia Civil detuvo a un joven de 18 años, acusado de un delito contra la salud pública, por tráfico de estupefacientes. Se le intervinieron varios trozos de hachís dispuestos para la venta en un control en la autopista AP-9.

La detención se produjo durante la mañana del día de ayer en el transcurso de un punto de verificación selectiva de vehículos que estaba realizando la patrulla de Seguridad Ciudadana de la Compañía de la Guardia Civil de Pontevedra en el peaje de Vilaboa, a la altura del kilómetro 137,500 de la autopista AP-9.

Este joven, de 18 años y vecino de Lugo, viajaba con otros amigos en un turismo BMW modelo 318 y, según sus manifestaciones, se dirigían a la fiesta del Marisquiño, que se celebra en Vigo. Ante las sospechas que suscitaron los ocupantes, se procedió al registro del vehículo, y en el cacheo superficial que se le realizó a uno de ellos se localizó un bulto extraño a la altura de la cintura que resultó ser un

envoltorio de plástico que contenía tres trozos compactos de hachís, que arrojaron un peso de 35 gramos. Además, llevaba una báscula de precisión en perfecto estado de funcionamiento y 256 euros en efectivo.

Ante estas circunstancias, que predeterminaban la venta como el posible destino de la droga, se procedió a la detención del poseedor como presunto autor de un delito contra la salud pública, por tráfico de estupefacientes.

Una vez instruidas las correspondientes diligencias, el joven quedó en libertad con la obligación de comparecer en el Juzgado de Instrucción de guardia de Cangas, donde se hizo entrega de la droga y los demás efectos intervenidos.