"Gañamos as eleccións e esa é unha verdade como a copa dun pino". El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), comparecía pasada la medianoche todavía con cuatro mesas electorales por escrutar en las que se disputaban un concejal con Ciudadanos que podía significar el 12 para los nacionalistas y mantener así la misma representación en la Corporación que en 2015. Finalmente, las urnas confirmaron los 11 ediles para el Bloque en Pontevedra, un resultado que les permitirá continuar gobernando además de seguir siendo la fuerza más votada y así lo puso en valor el regidor, aún reconociendo el retroceso de un concejal.
Para Lores fue un resultado para "estar contentos" aunque "non como para poñerse a saltar", poniendo en valor que se trata "do sexto mandato consecutivo" y que pese a la subida del PP, los conservadores quedaron a diez puntos de los nacionalistas por lo que calificó la jornada electoral de "éxito".
Aunque no quiso que sirviera de excusa para justificar este retroceso, Lores subrayó que la caída del BNG en votos fue de apenas medio millar respecto a 2015 y que "se deron todas as contas mal" para que a pesar de la diferencia de más de diez puntos en porcentaje de voto con el PP, el BNG tan solo le hubieran sacado a los populares dos concejales.
En un primer análisis de los datos "a bote pronto", el político nacionalista sí encontró una razón clara para explicar esta pequeña caída de porcentaje de voto del BNG respecto a 2015: "Durante este mes, e mesmo durante a xornada de reflexión, tivo lugar unha ofensiva absolutamente agresiva, e vou dar os nomes, do PP e de Feijóo e de Ence-Colmenares" . Una campaña a cuenta del futuro de la pastera que el regidor cree que "influíu maioritariamente en que non puidéramos manter o resultado anterior ou incluso acadar a maioría absoluta".
En cualquier caso, Fernández Lores subrayó que estas elecciones dejan al BNG "en condicións de seguir gobernando este Concello" y de "seguir avanzando e traballando por esta cidade con toda a alegría e confianza do mundo".
Fernández Lores también quiso lanzar un mensaje a los autores de esa "ofensiva bestial" al asegurar que "non nos van a tumbar". El nacionalista afirmó que "non nos van facer recuar ao respecto da recuperación da ría e de que Ence se ten que marchar" .
No descarta el pacto
Sobre la posibilidad de un gobierno en solitario como en el mandato que ahora se cierra o la alternativa de un pacto de gobierno con el PSdeG, Fernández Lores pidió "tranquilidade". "Ao longo dos últimos mandatos temos experiencias positivas nas que gobernamos con gobernos en coalición e tamén en solitario", añadió. Aseguró que, en lo que respecta a posibles acuerdos de gobierno; "a nós o único que nos move é que Pontevedra avance". "Se consideramos que Pontevedra vai avanzar máis cun pacto faremos o pacto, e se consideramos que o que máis lle convén á cidade é gobernar en solitario, farémolo tamén", explicó. "Analizaremos todas as alternativas en profundidade", finalizó.
Por último, sobre la posibilidad de si este será su último mandato como alcalde en Pontevedra, Fernández Lores aseguró que "non é o momento" de abordar esa cuestión con el mandato todavía por comenzar. En cualquier caso, bromeó indicando que "eu síntome coma un churumbel".
Valoración positiva
Sin datos sobre la posible composición de la Corporación Provincial, Lores sí que valoró muy positivamente los resultados de BNG en el resto de municipios de la comarca y la provincia, así como en toda Galicia. Subrayó la entrada en todas las ciudades del Bloque, que se hayan mantenido las alcaldías en las que ya gobernaban (destacó el caso de Barro, en donde se afianzó la mayoría absoluta) y puso también énfasis en el hecho de que los nacionalistas hubieran duplicado votos respecto a las generales de hace un mes y a las europeas de cuatro años atrás. Agradeció la confianza a todos los votantes de Pontevedra que volvieron a confiar en el BNG y prometió "seguir traballando para mellorar a calidade de vida de todos os pontevedreses".
