La situación de inseguridad jurídica en la que quedó la fábrica de Ence en Pontevedra ha generado ya las primeras movilizacionesde la empresa pastera y de las auxiliares que temen por sus puestos de trabajo.Algo más de medio millar de trabajadores se concentraron ante la Diputación en donde exigían poder intervenir para visibilizar su problemática.

Relacionadas

Tras entonar cánticos ante la sede provincial contra la presidenta Carmela Silva, el alcalde de Pontevedra, Miguel Lores o el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una representación de trabajadores sí pudo acceder como público a la sesión plenaria. Allí continuaron inicialmente con sus protestas, así como abucheos a la entrada del gobierno local y de la presidenta Carmela Silva. "Ence sí, paro no", y "co pan dos nosos fillos, non ides a xogar" eran algunos de los cánticos que entonaban. Tras varios avisos de la presidenta de posible suspensión y tras la intervención de otro colectivo de la plataforma de afectados del servicio de ayuda en el hogar en Forcarei, los trabajadores solicitaron intervenir, algo que se les había negado por llegar su solicitud fuera de plazo. Silva negó la intervención, algo que volvió a solicitar el portavoz del PP mediante una cuestión de orden, pero también fue denegada la posibilidad de intervención de los trabajadores de Ence, por lo que surgieron nuevas protestas de los trabajadores y Silva decidió suspender la sesión y continuarla en otra sala a puerta cerrada. El pleno siguió sin la presencia del PP que se solidarizó con los trabajadores de Ence y sus auxiliares. Los trabajadores consideran que si hubiera voluntad política pues irán haber intervenido e insigne en que van a continuar con las movilizaciones para evitar que Ence se vaya de la ría.