Las jornadas de residentes y tutores organizadas por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) en Pontevedra incluyeron la presentación del estudio "Prevención con dieta mediterránea", liderado por el doctor Ramón Estruch, consultor senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clinic de Barcelona. En sus conclusiones, el trabajo apuesta por el consumo moderado de bebidas fermentadas para una buena salud cardiovascular.

-Ha liderado un estudio sobre los efectos de la dieta mediterránea en la salud cardiovascular y el sistema metabólico, ¿en qué se basa?

-Los trabajos que hemos hecho se han centrado en mejorar la calidad de la alimentación hacia una dieta mediterránea tradicional y ver el efecto en diferentes factores de riesgo cardiovacular como la diabetes, el sobrepeso, la hipertensión, el colesterol...

-¿Cuáles serían las claves de esa dieta?, ¿las tenemos claras?

-El tema principal es que todos pensamos que comemos bien y podríamos comer mejor. Muchas veces es un tema de proporciones. Todo el mundo es consciente de que el aceite de oliva es muy saludable, y es aconsejable consumirlo virgen extra y entre cuatro y cinco cucharadas diarias. También la fruta y la verdura, cuanto más fresca mejor, y aconsejamos cinco raciones al día, dos de fruta, dos de verdura y una ensalada. Los cereales son otra de las bases de la dieta mediterránea, hay que moverse hacia los integrales, con el pan integral, arroz integral, pasta integral... También es muy importante el pescado: hay que consumir al menos tres o cuatro raciones de pescado a la semana, la mitad azul y la mitad blanco. En cuanto a los frutos secos, se incluyen en la alimentación saludable; pueden ser nueces, avellanas, pistachos, almendras... Las legumbres son muy importantes al menos tres o cuatro veces a la semana.

-¿Y qué debemos evitar?

-Tenemos que moderar el consumo de leche y derivados. El queso, que sea fresco. Los huevos, no más de tres a la semana.

-¿Y la carne?

-Pensamos que hay que reducir la carne, pero no somos partidarios de suprimirla porque creemos que la dieta mediterránea es mejor que la vegetariana.

-Es decir, que no se puede demonizar a la carne...

-No, pero no podemos demonizar a ningún alimento. La carne roja tiene una proteína muy funcional, vitamina B12, lleva hierro... Pero sí que es cierto que consumimos demasiada carne.

-¿Y el alcohol?

-Aconsejamos el consumo moderado de bebida fermentada, como es el vino y la cerveza.

-¿Cuál es la cantidad ideal?

-En este sentido, también creemos que no hay productos y malos consumidos en las cantidades adecuados. Los varones es aconsejable que consuman dos copas de vino o dos cañas de cerveza al día y las mujeres una copa de vino o una caña. Siempre con la comida, eso es muy importante. La clave está en consumirlos conjuntamente y en las proporciones adecuadas.

-¿Qué ocurre con la cerveza sin alcohol?

-Comparamos cerveza con y sin alcohol y ambas tienen beneficios. La cerveza sin alcohol es muy saludable por los ponifenoles, pero pensamos que la que lo tiene también, consumida con moderación. Con la comida juega un papel importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares. En cualquier caso, este consumo de alcohol tiene que ser diario, no solo de fin de semana y con ese patrón de alimentación saludable. La misma cantidad de vino con dieta mediterránea supone protección, mientras que si la dieta es anglosajona ese alcohol sería perjudicial.

-Es decir, que la dieta mediterránea es buena para nuestro corazón.

-Bueno, el corazón es lo que más hemos estudiado, pero también hemos visto que tiene un efecto sobre el deterioro cognitivo, es decir, la pérdida de facultades con la edad, con protección frente a enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. También hemos comprobado que hay protección frente al cáncer de mama, el más frecuente en la mujer. Ahora estamos estudiando también su incidencia en otros tipos de cáncer.

-En Galicia la dieta es atlántica, ¿existe mucha diferencia con la mediterránea?

-Yo, particularmente, pienso que son muy similares. Es más un problema de nombre. Cuando las miras con un poco de perspectiva lo ves. Por ejemplo, también hay dieta mediterránea en California porque está en la misma latitud. También en China. Es una dieta ligada no tanto al mar Mediterráneo sino al globo terráqueo, a la latitud en la que vivimos. Es importante que una dieta sea de proximidad y que uno coma cosas que no necesitan tanto transporte.

-Se habla mucho de los alimentos procesados, es casi inevitable consumirlos...

-Habría que escoger entre los que tienen poca sal, grasa saludable vegetal como el aceite de oliva y que no tienen azúcares añadidos. España es de los países más longevos del mundo, así que no lo estamos haciendo tan mal. Lo podríamos hacer mejor, eso sí.