El tráfico rodado por el puente de O Burgo es, desde ayer, historia. El emblemático viaducto, origen de la ciudad, quedó ayer peatonalizado con motivo del inicio de las obras de rehabilitación. El alcalde, Miguel Fernández Lores, destacó que esta actuación, que se prolongará un año, supone el paso final para mejorar todo el Camiño Portugués en su recorrido urbano, desde O Gorgullón hasta O Burgo.

Admite que "habrá continuidad en el futuro" y el reto que se marca el Concello es reparar el tramo de A Santiña, en Lérez, que presenta diversas deficiencias. No hay planes, en cambio, para la entrada al casco urbano por el Sur, en la calle Otero Pedrayo.

Las obras de este último año en la ruta jacobea urbana rondan los 4,5 millones de euros: algo más de dos en O Burgo, 1,1 en Virxe do Camiño, ya rematada, y 1,3 en O Gorgullón, en plenas obras. Todas estarán disponibles para el Año Santo 2020.