La decisión de comenzar esta movilización fue tomada por los tres sindicatos convocantes, CIG, UGT y CC OO, después de que, tal y como afirman, la patronal pusiese fin a la mesa de negociación tras tres años de conversaciones proponiendo en la última reunión las condiciones que los trabajadores no han aceptado. Además de las reducciones de salarios, que cifran entre el 6 y el 7 por ciento, se reducirían los días de asuntos propios, se crearán tres escalas salariales e incluso se producirían recortes en el lavado de ropa y los uniformes. En el sector trabajan entre 1.500 y 1.600 personas, que se vería afectadas.