Pese a que hace años que se instalan "lombos" en la ciudad y el Concello ya disponía de un informe de la oficina de Ingeniería del año 2010, el gobierno local ha decidido elaborar una normativa propia al respecto.

Así lo anuncia la concejala Carmen da Silva, que esgrime que esta "instrucción" para futuros reductores de velocidad de iniciativa pública y privada en viales municipales se basará en los "años de experiencia acumulada, los avances en los estudios teóricos a través de la Guía de la Diputación Provincial sobre los espacios públicos y los trabajos de apoyo a la elaboración de la ordenanza de movilidad en el propio Concello".

La instrucción se nutrirá del documento de "Apoyo en la elaboración de la ordenanza reguladora para la utilización de los espacios públicos y movilidad amable en el Concello de Pontevedra", elaborado por el ingeniero Fernando Nebot para la administración local

Precisamente, este documento es al ahora se le da forma y se eleva la instrucción municipal, después de ser aprobado por la junta de gobierno, que explica que "hasta ahora no se pudo realizar por la carga de trabajo de los departamentos técnicos y que se resolvió con la contratación del estudio de Fernando Nebot".

En esta instrucción se opta por los elementos reductores de cambio de rasante que nunca se instalarán de forma aislada y que tendrán características como elevar el nivel de la acera, cubrir todo el ancho de la calzada, atención a los autobuses con plataforma baja, rampas nunca superiores al 10% de promedio, pasos señalizados y correctamente iluminados; no instalarlos de forma aislada optando con espacios de unos 35 metros de promedio; no se usarán dispositivos prefabricados; y deberán tener drenajes para no acumular el agua.