La LIII edición Festa da Troita madrugará este año para celebrarse el 17 y 18 de mayo para que la cita gastronómica no coincida con las elecciones municipales, que se celebrarán una semana después. La medida, anunciada ayer por el alcalde Andrés Díaz, fue criticada por el PP alegando que la decisión "pone de manifiesto su clara intención de politizar y manipular la celebración de este evento gastronómico que tradicionalmente y consensuadamente con los demás grupos políticos de la corporación municipal se venía retrasando al mes de junio al coincidir, como este año, con una convocatoria electoral".

Díaz anunció que, junto con la fiesta, también se adelantará a comienzos de marzo la ronda de paradas por los pueblos del rural, el "maio troiteiro". Los detalles fueron cerrados en una reunión celebrada esta semana ente el regidor y el presidente de la asociación Amigos da Troita, Enrique Lafuente, entidad que forma parte de la organización, junto con el Concello.

El gobierno local mantiene el mismo esquema de la celebración desde que hace tres años se extendió por el rural, con 26 paradas en esta edición, una más que el pasado año al incorporarse Fraga por petición de los vecinos. En la celebración se degustará la trucha frita o en escabeche a precio de 3 euros, incluyendo pan y vino, en una cita en la que no falta animación musical.

"Politización"

Desde el PP cargaron duramente contra la decisión al ver "una clara intención de utilizar la celebración de la Festa da Troita, una semana antes de los comicios municipales, como un intento de uso de esta celebración como traca final a su mandato". "Lo lógico, como se hizo consensuadamente con los grupos políticos que conforman la corporación desde hace muchísimo años, es que se postergara al mes de junio, como forma de preservar esta fiesta que pertenece desde hace más de medio siglo al patrimonio de los vecinos, de cualquier uso partidario o politizado", indicó el candidato popular a las elecciones, Antón Xil.

Según Xil, "esta es una muestra más de la falta de diálogo que caracteriza la gestión de Díaz y del intento de uso institucional de su cargo para sus intereses y personalismos sin respetar las mínimas normas de comportamiento y respeto institucional por las tradiciones, el carácter neutral de las celebraciones como la Festa da Troita".