En aquel requerimiento enviado por la Xunta de Galicia al Concello de Pontevedra se instaba a la administración local a asumir estas doce líneas. En caso de que no lo hiciese, la Consellería reconocía que no tenía intención de "dejar sin servicio a la ciudadanía" por lo que, si el Concello declinaba hacerse cargo de las mismas anunciaba que "se implantarán las medidas necesarias para garantir a prestación do servicio".

A continuación, advertían al Concello de que se reservan el derecho de descontar el déficit de explotación de las mismas de la participación que Pontevedra tiene en el Fondo de Cooperación Local de la Xunta. Para Mosquera, se trata de una "amenaza absurda" a la que restó importancia.

Las doce líneas forman parte de cuatro contratos cuya concesión se extingue a lo largo de este año y conectan, por ejemplo, la estación de autobuses con Bora, por Marcón; hasta Salcedo, Figueirido; otra que une Xofre de Tenorio hasta Monte Porreiro; o la que une este barrio con A Xunqueira. También llegan a Montecelo, a Verducido, a Lérez o a Lourizán, entre otras.