La reforma del parque da Panadeira, al lado de la playa del mismo nombre, sigue generando controversia en Sanxenxo y ayer se repitió una concentración de protesta, protagonizada por vecinos y partidos políticos de la oposición, contra la obra. Paralelamente, el Concello defiende el proyecto en ejecución y asegura que el parque pasará a tener 2.800 metros cuadrados, 700 más que en la actualidad, y alrededor de 80 árboles, 39 más que antes de comenzar la reforma.

El gobierno local deja claro que el recinto , que ocupa en antiguo espacio del cementerio de la villa, al borde del mar, "pedía a voces una completa renovación" e insiste en que "antes de la reforma el parque tenía 2.100 metros cuadrados y con la mejora ampliara su espacio hasta los 2.814 es decir 700 más". Explica que "esta ampliación se debe sobre todo a la incorporación de la zona que antes se utilizaba como aparcamiento".

Añade el gobierno local que el reparto de espacios es el siguiente: "2.100 metros cuadrados de jardines y paseos, 494 de la zona de juegos infantiles y 210 más para la pista polideportiva para niños de menos de 12 años y que llevara pavimento de césped artificial".

Mientras los opositores denuncian que "se sustituyen los árboles por cemento", el Concello asegura que "se incrementará considerablemente el número de árboles y de plantas". Detalla al respecto que el recinto "tenía 40 árboles: 6 palmeras que siguen en su sitio, 25 plataneros, de los cuales diez se mantienen y 15 se han trasplantado a otros sitios y 9 tamarindos que también siguen en su sitio".

Plantaciones

"El nuevo parque -agrega- incluye la plantación de 54 nuevos árboles que en principio serán las siguientes especies, aunque pudiera haber algún cambio en el tipo de árbol, nunca en el número 4 magnolios, 1 cedro, 23 photinias, 20 rododendros y 6 liquidámbar. Como se van a plantar 54 nuevos árboles el saldo definitivo es que el nuevo parque tendrá 39 árboles más de los que tenía, sin contar las hortensias, setos y otras plantas ornamentales que están previstas".

Además, "prácticamente todo su perímetro lleva un banco para descanso", por lo que sostiene que "la gran diferencia entre el anterior parque y este, es que el nuevo contemplará elementos y actividades para todo tipo de edades".

"Falta de diálogo"

Por su parte, los opositores al proyecto no solo se quejan de la eliminación de especies vegetales y el aumento del cemento, sino que también lamentan la "falta de diálogo" del alcalde, Telmo Martín, con los vecinos para consensuar el proyecto final. En la concentración de ayer, que en principio se suspendió por el mal tiempo pero después acabó celebrándose con menor asistencia, estaban presentes representantes de varios partidos políticos, a los que reclaman que "presenten las reclamaciones pertinentes ante los entes administrativos que intervienen en este proyecto, demostrando así su participación en las demandas de los vecinos".

Emplazan a Martín a "rectificar y devolver el parque a la situación previa a una obra que no reúne las condiciones dictaminadas por Costas". Además, preparan futuras concentraciones después de la protesta improvisada de ayer, al menos la segunda que se celebra ante las obras.