PSOE y BNG optaron en el pleno de la Diputación por evitar la polémica con el Partido Popular y responder con silencio a sus mociones. Solicitaban la ampliación de fondos del Plan Concellos y la creación de planes provinciales con un reparto siguiendo criterios objetivos; la creación de una comisión informativa que investigue los motivos de las demandas judiciales presentadas por algunos concellos contra la Diputación y el apoyo del ente provincial a la comisión de investigación sobre O Marisquiño iniciada en el Parlamento.

Y a pesar de que el gobierno provincial eludió el debate, la sesión fue tensa. El diputado cambadés Luis Aragunde les acusó de alimentar un "sistema de corrupción que axuda a concellos gobernados por PSOE e BNG" y culpó a Mosquera de ser "cómplice" de los socialistas en la mencionada "trama" mientras se mantiene "entretenido" con el Plan Revitaliza.

Tanto César Mosquera, vicepresidente de la Diputación, como Carlos López Font (portavoz del grupo provincial socialista) argumentaron su decisión de no debatir las mociones para evitar convertir el pleno en una "pelexa de taberna" y no entrar "no xogo de calumnias, mentiras e falsedades" de los populares.