En marzo pasado el Concello presentó a los vecinos un anteproyecto de reforma de la calle Lepanto por 253.000 euros. Pero desde entonces no hay avances. Por ello, un grupo de residentes ha decidido llevar a cabo, de manera simbólica, pequeños arreglos en el vial.

El primero de ellos se llevó acabo ayer y fue colocar cinta antideslizante en una tapa de registros de la acera donde se han producido ya varios resbalones. "También tenemos la idea de colocar velas o linternas, porque la iluminación es escasa, o incluso ensanchar las aceras con pasarelas de madera", explica Eduardo Barros, uno de los afectados.

"Se han reparado todas las calles aledañas, pero Lepanto sufre un abandono sistemático y desde el Concello ni nos reciben ni nos contentan", añaden los vecinos, que contaban en el acto de ayer con el apoyo del concejal del PP José Luis Martín.

Este colectivo protagonizó durante meses una campaña de protestas en demanda de la mejora de la calle Lepanto, con una urbanización muy antigua y aceras estrechas. Finalmente el Concello elaboró un diseño que plantea dotar a toda la calle de plataforma única, lo que implica suprimir el estacionamiento permanente actual.

La propuesta, cuya ejecución el gobierno local siempre aplazó hasta 2019, incluía la sustitución de los servicios subterráneos, la mejora integral del pavimento, limitar el tráfico a residentes y servicios y aprovechar el ensanche final de la calle para crear una pequeña plaza en el entronque con Benito Corbal.