Hacer un masaje cardio pulmonar es sencillo y salva vidas. Tan fácil que hasta un niño de corta edad puede hacerlo. Ese es el mensaje que el Sergas y Cruz Roja quisieron transmitir ayer con una carpa instalada en A Ferrería, en la que varios maniquís facilitaron una clase práctica en la que la postura en la que colocar al paciente y la zona en la que es necesario hacer presión centraron la formación.

Los monitores encargados de esta actividad dieron unas pequeñas pautas a quienes se acercaron para interesarse por la realización de unas maniobras que pueden mantener con vida a una persona en parada cardiorespitoria hasta la llegada de los efectivos sanitarios.

Mantener un ritmo constante de golpes en el tórax, al ritmo de La Macarena o Bee Gees, puede ayudar a concentrarse. Pero si uno es arrítmico tampoco hay problema.Y es que cualquier intento es mejor que la inacción. Los facultativos y sanitarios insisten en que intentar proporcionar el masaje puede salvar una vida.