La tórrida jornada del sábado, con casi 38 grados, dio paso a un domingo más suave, con casi diez grados menos de media en los termómetros, aunque no afectó a la afluencia en las playas. Muchas de ellas presentaban una alta ocupación. De hecho, los atascos se repitieron un domingo más en la vía rápida entre A Lanzada y Sanxenxo. En Pontevedra se llegó a los 30 grados de máxima, pero en Sanxenxo apenas se alcanzaron los 25, si bien en Cotobade o Ponte Caldelas sí se superaron con creces esos valores.