Mariluz Montes Quireza, viuda de Chano Piñeiro, ha vivido una intensa semana en Ponte Caldelas plagada de actos de homenaje y reconocimiento al cineasta que la hicieron retroceder tres décadas y recordar las amarguras y alegrías que rondearon producción tanto de los primeros cortos como del primer largometraje en gallego, Sempre Xonxa.
-¿Cómo ha vivido usted esta semana?
-Con mucha emoción. Tengo que reconocer que era una "espinita" que tenía muy clavada. Es cierto que Chano Piñeiro nació en Forcarei, y le estoy muy agradecida a este municipio por el apoyo que siempre nos prestaron; pero a Ponte Caldelas estuvo vinculado desde los 14 años y yo creo que faltaba un reconocimiento así.
-¿Tuvo ocasión de sentir el respeto profesional y humano que sienten por la figura de Chano Piñeiro?
-Fue muy emocionante para mí ver como había personas mayores y niños, todos totalmente implicados en la organización de las actividades. Y me hicieron sentir parte de todo eso. Sí, sentí también el respeto de todo el pueblo de Ponte Caldelas por mí. Fue de lo más emotivo, de lo más cariñoso que podía imaginar. Le estoy muy agradecida a la asociación cultural que organizó esta semana de actos.
-¿Cómo surge ese vínculo con Ponte Caldelas?
-Para Chano comienza a los 14 años. Pasa los veranos allí porque sus padres tienen que atender la farmacia en Forcarei y él se va con su tía. Y ya nunca se desvincularía. Cuando nos casamos, pasábamos mínimo un mes al año en Caldelas. Y de sus vecinos, igual que de Forcarei y de Rubiñón, que es mi aldea, es de dónde él nutre la búsqueda de actores.
-¿Cuál era su criterio de selección de esos actores?
-Su intuición. Decía siempre que a las personas más auténticas las conoció en estos lugares, y eran personas humildes y sencillas, con una gran generosidad. Como era él.
-Con él empezaron a trabajar actores que luego tuvieron una larga trayectoria.
-Siempre apostaba por lo propio. Siempre defendía de la dignidad de las personas, especialmente de las más humildes, y por encima de todo luchó por reivindicar un papel específico para la cultura gallega.
-¿Cuál era el objetivo de Chano Piñeiro?
-Darle voz a los desfavorecidos sin imponer nada. Él luchaba por el orgullo de un pueblo, en general, que era Galicia, siempre desde la igualdad.
-Hace 30 años no debía de ser muy fácil...
-Las cosas eran muy diferentes. Pero él era una persona muy valiente y segura de si misma. Siempre dijo lo que pensaba e hizo lo que quiso. Quería que Galicia estuviese en el mapa y a ello dedicó su vida.
-Fue un visionario en lo que a la proyección del sector audiovisual se refiere
-En aquel entonces no había ni sector como tal. El desarrollo de esta industria ha sido muy rápido e importante porque Galicia tiene un potencial que Chano vió desde el primer momento. Hay una frase suya que tiene vigencia todavía. Siempre decía que el dice gallego era posible y que el cine en gallego era necesario.
-En Ponte Caldelas Sempre Xonxa ha vuelto a emocionar...
-Sí, fue muy bonito. Recuerdo el escaso apoyo que hubo para su producción. Y viéndola de nuevo comprobé que sigue tocando temas de actualidad. Es cierto que él era un visionario, pero no es menos cierto que en 25 años de democracia hemos avanzado muy poco.
-¿Fue costosa su producción?
-Mucho. Tuvimos que vender lo que no teníamoss.
-¿La lucha contra la desigualdad, tuvo algún frente más que el cine?
-Chano no tenía capilla. No le importaban los partidos políticos. Su implicación era social, con los vecinos, con las personas. Y esa realidad desigual e injusta la grabó para dejar constancia.
