La provincia de Pontevedra encabeza el acogimiento familiar de menores en Galicia, con 528 en un año. La mayoría de ellos, más de un 67 por ciento, es decir, 357, son a través de la tutela por medio de la Xunta. El resto, 171, están en acogida en otro tipo de situación administrativa. Los datos facilitados por Política Social a través de su último informe "Estatística de protección de menores", contabilizan en el conjunto de la comunidad gallega 1.220 en esta situación en el año 2016, por lo que los acogidos solo en la provincia de Pontevedra ya suponen más de un 43 por ciento del total. Solo hay una provincia que se acerque a estas cifras, la de A Coruña, con 503 menores. En Ourense son 131, mientras que en Lugo se registra el menor número, con 58.

El acogimiento es una forma de guardia como medida de protección del menor y consiste en la integración del niño en una familia acogedora o en un alojamiento y atención de un centro. Política Social recuerda que "la familia o persona acogedora tiene la obligación de velar por el niño y tenerlo en su compañía, alimentarlo, educarlo y procurarle una formación integral".

En este sentido, la Xunta da preferencia al acogimiento familiar sobre el residencial, por lo que evitará, en la medida de lo posible, la separación de hermanos.

Además, se favorecerá la permanencia del niño en su "propio ambiente". Esto quiere decir que ante la posibilidad de que pueda convivir con miembros de su familia extensa, abuelos, tíos, etc... o con una que no tiene vínculo alguno, siempre tendrá prioridad la primera. La excepción la marcarán las propias autoridades en el caso que se no sea aconsejable.

La medida se mantiene el tiempo necesario y durante este se intentará fomentar las relaciones entre el menor y su familia natural para posibilitar su reintegración en esta, recuerda Política Social.

En Pontevedra es superior el número de menores en acogida en familias que en centros residenciales. El número de estos en la provincia es de 22, todos de tipo concertado. Son 13 casas de familia, tres centros con hogares, tres minirresidencias, dos viviendas tuteladas y una vivienda asistida, según el informe de Política Social. Entre todos suman cerca de 300 plazas, siendo la mayoría las pertenecientes a los centros con hogares: 135 en total. Les siguen las casas de familia, con 102.

Del más de un millar de niños acogidos en este tipo de centros en un año, el 40 por ciento, es decir, 401, son los correspondientes a la provincia pontevedresa. En la de A Coruña fueron 310, mientras que las de Ourense y Lugo manejan cifras similares, con 154 y 140, respectivamente.

Este tipo de acogimiento, destaca la Xunta, solo se llevará a cabo cuando se agoten todas las posibilidades de mantenimiento del menor en su familia o con otra, así como que no sea posible la tutela ordinaria o la adopción.

La asunción de la tutela por parte del gobierno autonómico supone la suspensión de la patria potestad. Además, lleva implícita la guarda de la persona menor.

Supuestos del desamparo

Los supuestos para que se produzca el desamparo que conlleva a la tutela de un menor son el abandono del mismo, la existencia de malos tratos físicos o psíquicos o de abusos sexuales, la negligencia grave en el cumplimiento de las obligaciones alimenticias, higiénicas o de salud, la inducción del niño a la mendicidad, delincuencia o prostitución, las conductas adictivas en el menor consentidas o en las personas que ejercen la patria potestad, el trastorno mental grave de los padres o tutores, la falta de escolarización habitual del niño o cualquier otra situación de desprotección.

De los cerca de 1.500 menores que estaban en situación de tutela por la Xunta de Galicia en 2016, cerca del 48 por ciento eran de la provincia de Pontevedra, al sumar 704. Estos incluyen tanto a los que fueron acogidos por familias como los que se encontraban en diferentes centros.

En cuanto a los que estaban en situación de guardia, sumaban en toda la comunidad autónoma 627. De ellos, 291, la cifra más elevada, correspondía a la provincia de Pontevedra.