Manuel Sobral pedía ayer que la noticia de su asalto tuviera la mayor trascendencia posible para que las autoridades no permitan que un sector como el de los taxistas que hacía tiempo que no se veía involucrado en este tipo de sucesos vuelva a ver como tienen que ejercer su profesión con miedo.

Además, indica que en la zona se cree que estos individuos pudieran estar involucrados en otros hechos delictivos cometidos por la zona de O Vao, aunque eso es ya materia de la Guardia Civil. Ayer explicaba que todavía tenía un dolor muy fuerte en la zona del brazo, el labio "reventado" y moratones en la cara por los puñetazos que recibió. Pero reconoce que lo peor es como se le queda el cuerpo tras el susto del atraco: "Sintes una mistura de rabia, importencia e medo, todo xunto", explicaba ayer, "a verdad e que o pasei moi mal e teño o corpo dolorido". Ambos individuos lo abordaron a cara totalmente descubierta.