La Asociación Galega de Linfedema (AGL) demanda a la sanidad pública galega que aplique un protocolo sobre esta enfermedad en todos sus hospitales. Recuerda que se trata de una enfermedad desconocida pero que puede llegar a ser invalidante, por lo que no se pueden realizar esfuerzos físicos con los miembros afectados.

El linfedema es una inflamación que se produce por acumulación de líquido en diferentes partes del cuerpo como causa de una alteración del sistema linfático. Es frecuente en las mujeres que han pasado por un cáncer de mama y a las que se le han extirpado ganglios. Sobre ello hablaron ayer las trabajadoras sociales de la AGL Gloria Felpete Piedra y María Araújo rey en una charla organizada por la Asociación de Diagnosticadas de Cáncer de Mama, Adicam, en su sede de Pontevedra en la Casa Azul.

"Puede llegar a ser invalidante y provocar una discapacidad. Tiene una incidencia muy alta y es un efecto secundario común en las mujeres que han pasado por un cáncer de mama. La mayor parte de ellas lo pasa. No tiene por qué salir de forma inmediata, sino incluso al cabo de los años", destaca Gloria Felpete.

El linfedema no se puede evitar, pero sí prevenir. "Lo principal es la alimentación sana, así como hacer ejercicios indicados por un profesional. También llevar un tratamiento de fisioterapia especializado", recalca la trabajadora social. "Teniendo en cuenta determinados cuidados se puede llevar una vida totalmente normal".

Una de las reivindicaciones de la asociación es que el Sergas establezca un protocolo de linfedema en todos sus centros de salud y hospitales. "Si la sanidad pública cubriese un tratamiento de prevención no había que recurrir después a ella para su curación, ya que solo trata los casos más graves", se lamenta.

"Son tratamientos caros, porque la fisioterapia no es barata. Y es para toda la vida", concluye.