La Xunta comenzará a retirar madera no comercial y a mejorar infraestructuras como pistas y cunetas en montes de la provincia afectados por los incendios del pasado mes de octubre, entre ellos en Caldas, así como en otros municipios del sur.

Hasta ahora los trabajos del último trimestre de 2017 se centraron sobre todo en labores de control de la erosión del suelo, a través del acolchado de paja en las zonas más afectadas y la instalación de elementos para impedir desprendimientos.

Para las tareas de recuperación de daños se dispone de unos cuatro millones de euros para el año 2018 en toda Galicia, mientras que ya se actuó en unas 226 hectáreas en el depósito de paja sobre los terrenos quemados para paliar en lo posible el arrastre de cenizas.