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Uno de cada cien pontevedreses sufrirá en algún momento de su vida un problema de salud mental

La asociación Alba celebra una semana de actividades previas al día mundial de estas enfermedades

Panel con mensajes en el centro de Pontevedra. // Gustavo Santos

Uno de cada cien pontevedreses sufrirá a lo largo de su vida un problema de salud mental. Para dar a conocer las reivindicaciones y necesidades de estas personas cada año se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, que tendrá lugar el próximo 10 de octubre y que ya cuenta con una semana de actividades previas en Pontevedra que comenzaron ayer de la mano de la asociación Alba.

El colectivo cuenta con un centro de rehabilitación con 50 plazas al que asisten unos 60 usuarios, ya que no todos acuden en los mismos días. Además, cuenta con cuatro pisos tutelados en los que viven cinco personas en cada y que reciben financiación desde la Xunta de Galicia. "Lo que intentamos es que lleven una vida lo más normalizada posible. Les acompañamos en el tema médico, en el social y, a partir de ahí, en su rehabilitación e inserción laboral", explica Roberto Fernández, director de Alba.

Este año el Día mundial de la Salud Mental se centra en la inserción laboral por tratarse de una cuestión de interés para agentes sociales, instituciones y sociedad en general.

La esquizofrenia es la enfermedad mental mayoritaria, tal y como asegura Fernández, a la que siguen los trastornos bipolares y de personalidad.

"Hoy día, gracias a la medicación, es más fácil llevar una vida normalizada pese a que se padezca alguna de estas enfermedades. No todas las personas que las padecen están en condiciones de trabajar, pero muchas sí", informa el director del colectivo pontevedrés, que lamenta que siempre hay "recelos" o se tiende a estigmatizar a quienes las sufren. "Son cuestiones ancladas en el pasado cuando las medicaciones no eran tan buenas como ahora ni los programas de reinserción tampoco", añade. "Es injusto, porque también hacen cosas que no deben personas que no tienen ese diagnóstico".

Desde que se creó la asociación Alba, en el año 1997, han pasado por sus instalaciones más de 500 personas, "que, en su mayoría, llevan ahora una vida normalizada".

"La inserción laboral para estas personas es exactamente igual que para otra que tenga problemas cardíacos o de espalda. Una vez que toman su medicación, quieren trabajar. Es una patología que debe estar controlada, pero el crecimiento personal es exactamente el mismo", informa Roberto Fernández.

En este sentido, el apoyo institucional se queda siempre algo corto. "Estamos siempre a tope en el número de plazas tanto en los pisos como en el centro. Los recortes han servido de excusa para dejar de subir los presupuestos, que no se han subido ni el IPC. Nos hace falta mucha más ayuda", reclama.

El programa de actividades comenzó ayer con la instalación de un mural que estará toda la primera quincena de octubre en la Glorieta de Compostela, de 11 a 13.30 horas, y en la calle Pasantería, en las inmediaciones de A Ferrería, de 18 a 20 horas. En él se pueden dejar mensajes y propuestas sobre esta cuestión social.

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