La carne de los seis toros de Alcurrucén lidiados en el arranque de la feria se servirá finalmente en restaurantes y domicilios particulares de Madrid. Tras la revisión veterinaria y ser procesados en una sala de tratamiento de Cambados, entre otros requisitos sanitarios que han de cumplir, los canales partirán hoy hacia la capital española después de que ninguna carnicería o supermercado local se interesase por ellos.

Se trata de un lote importante, de alrededor de una tonelada, que cuenta con una elevada demanda en el mercado capitalino. No obstante, no ha sido suficiente para que las carnicerías se interesasen por su comercialización.

Durante los últimos años fueron los supermercados Moldes los que ofertaban al público la carne de toro de lidia, que poco a poco fue quedándose sin puntos de venta a pesar de que varios clientes reservaban de un año para otro. Ya durante la feria del año 2015 la plaza confirmaban "están vendidos 4 toros de la última corrida" (para fuera de Galicia) "y otro más casi apalabrado, solo quedaría uno para Pontevedra", y en adelante las solicitudes de los carniceros locales no se han incrementado.

Ya en ese momento la plaza advertía de que "la que está vendiendo no es carne de toro lidiado sino solo bravo, no tiene la textura y sabor de la carne del toro de lidia".

Se trata del argumento más repetido por los taurinos, el especial sabor de la carne de toro de lidia que echarán de menos en esta feria, ya que la cadena de supermercados que adquirió Moldes opta por no comercializar este producto.

"Tiene muchísima demanda si", confirmaron ayer a FARO desde la plaza, "mucha gente viene aquí y nos pregunta, pero nosotros no podemos vender directamente" sino que se trata de un proceso que han de realizar profesionales de la carnicería hasta su llegada al consumidor final.

Éste valora especialmente la crianza al aire libre y en grandes extensiones de las reses, alimentadas durante años con productos naturales. De hecho no pocas voces apuntan a que la comercialización de la carne de toro bravo supone una alternativa para las ganaderías en un momento de crisis con clara reducción de los festejos, máxime teniendo en cuenta que más de la mitad de las reses que crían no son lidiadas.

A mayores de estas características de carnes ecológicas y producidas en ganadería extensiva comunes a todos los toros bravos, los aficionados sostienen que el proceso de la lidia contribuye a aportar "un mayor nervio" e identifican "carnes más prietas y con un sabor diferente".

En los últimos años entre las carnes más demandadas figuraron las de la ganadería de Victorino Martín. En 2008 las etiquetas de la carnicería de supermercados Moldes marcaban a unos 7 euros los filetes, 27 el solomillo, 15 las chuletas y 4 la carne para estofar y varios clientes reservaron con días de anticipación para hacerse con estos productos.

Especiales en cocina

Los clientes explicaban que se trata de carnes con características especiales, derivadas por ejemplo del aumento de temperatura del animal durante la lidia o de la elevada edad de la res, que exigen por tanto tratamientos especiales en cocina. La maceración, el estofado, el aliño, reposo etc son algunos de los procesos que contribuyen a que las recetas a base de estos lotes sean consideras una exquisitez.

Con anterioridad a los supermercados Moldes eran "los hermanos Veiga quienes vendían la carne", señalan las mismas fuentes, una comercialización directa en carnicerías locales que este año echarán de menos los incondicionales de la carne de toro.