Los más de cuarenta litros de lluvia recogidos en esta última semana en Pontevedra han propiciado una mejoría de la dramática situación del río Lérez que soporta desde principios de año, hasta el punto de que su caudal actual es el doble del que registraba hace apenas cuatro días. Si el lunes pasado únicamente se medían seis metros cúbicos por segundo, ayer ya se rondaban los diez, con picos que llegaron a 14.
Sin embargo, esta mejoría en apenas una semana no aleja en modo alguno el fantasma de la sequía estival mientras no se registre un régimen de lluvias más intenso. Según las predicciones, hoy viernes aún continuarían las precipitaciones, pero después regresa el anticiclón, justo con el inicio del mes de julio.
Con el caudal actual, el Lérez se sitúa muy por debajo del que presentaba hace un año, cuando se rondaban los 21 metros cúbicos por segundo.
Recomendaciones
Por el momento no está previsto adoptar medidas de choque más allá de reclamar, como se hace todo el año, un consumo responsable del agua. No obstante, en otros municipios ya se ha aconsejado reducir el consumo en lo posible, como ocurrió en Cuntis. Además, el Lérez afronta a partir de ahora no solo las consecuencias de un caudal por debajo de lo normal sino también un disparo en el consumo con la llegada de miles de visitantes a la comarca, especialmente a Sanxenxo, Poio y Marín, tres localidades que se abastecen del río buena parte del año y especialmente en verano.
Por el momento se cuenta con el colchón del embalse del Pontillón, que se mantiene como reserva con una ocupación que llega al 99%, es decir, prácticamente lleno. Esta presa se suele utilizar como "almacén" de agua durante todo el año, para utilizarlo en periodos de más escasez y ejerce como "garantía" para el abastecimiento.
Además, es una de las bases del plan de la empresa pública Acuaes para el suministro a toda la ría, una red que este verano podría estar casi a pleno rendimiento en Pontevedra, Poio, Sanxenxo, Marín y Vilaboa. Son más de 47.400 metros de nuevas canalizaciones, siete depósitos en cuatro municipios, con capacidad para almacenar 30.500 metros cúbicos de agua los que se ejecutaron durante cuatro años con este proyecto, que gestionará cada año más de 24,7 millones de metros cúbicos al año, lo que se traduce en la posibilidad de aportar a los más de 145.000 habitantes (muchos más en verano) una media de 67.842 metros cúbicos diarios.
De los 67.842 metros cúbicos diarios que se captarán del embalse del Pontillón y del río Lérez (conjuntamente en invierno y de forma individual según los regímenes de lluvia), más de la mitad corresponde a la capital, que absorberá más de 39.000 metros cúbicos (el 58%). Marín es el municipio que aparece en segundo lugar, con el 14% de todos los recursos. Sanxenxo podrá recibir del Lérez unos 8.100 metros cúbicos y Poio otros 6.539, lo que supone el 20% del total en conjunto. Por último, Vilaboa (y en su caso Bueu), podrán recibir algo más de cuatro mil metros cúbicos.
A lo largo del año, la evolución de la principal fuente de agua del municipio ha sido muy variada, ya que en enero se llegó a niveles ínfimos, por debajo de los seis metros cúbicos por momentos, pero un mes después se llegaba al récord positivo del año, con 107 metros cúbicos el 5 de febrero, el mejor mes del año.
A partir de ahí, con oscilaciones, se registró una caída paulatina de los niveles. Marzo finalizó con 26 metros cúbicos, abril con 16, mayo con 13 y a día de hoy junio apenas se superan los 10 de media. Y es que desde el inicio del año apenas ha caído en Pontevedra una media
de cuatro litros por metro cuadrado al día, muy por debajo de los seis litros diarios del pasado 2016. Entre el 1 de enero y ayer se contabilizan en la ciudad algo menos de 700 litros por metro cuadrado, un balance es muy inferior al registrado en el mismo periodo el pasado año, con 1.780 litros.
