Nuestra cultura se construye sobre la desigualdad, "los hombres y en general lo masculino son la referencia y las mujeres han de someterse a ello", explica Miguel Lorente, que esta semana participó en la jornada "Miradas interdisciplinares sobre la violencia de género" celebrada por la Diputación Provincial. El objetivo del encuentro, analizar una lacra, la violencia machista, que ha costado la vida ya a 30 mujeres en lo que va de año.
- ¿Qué oculta la violencia machista?
-La violencia de género oculta todo lo que da lugar a ella, porque al final nos quedamos con el impacto más dramático, ese homicidio, esa agresión grave, esa noticia que aparece un día en los medios, pero realmente detrás de todo eso lo que hay es toda la construcción machista que hace que haya hombres que decidan usar la violencia para ejercer un control sobre la mujer, para castigarla y corregirla, algo que va creciendo y desarrollándose hasta que al final 60 hombres cada año terminan asesinando a mujeres, pero todo eso nace de una situación previa de violencia y a su vez eso nace del machismo. Por lo tanto la violencia de género oculta mucho en lo que muestra y muestra mucho en lo que oculta: lo que está normalizando es precisamente esa situación que no se critica o se cuestiona hasta que no se ha manifestado con una intensidad especialmente grave.
- Alerta de las trampas, especialmente de la de restar importancia a la cosificación de la mujer
-Es uno de los errores, de las trampas, pensar que cuando hablamos de las pequeñas cosas, del control, de la cosificación de las mujeres como ha habido estos días con el tema de las paragüeras en Jerez o en Montmeló, pensamos que eso no tiene que ver con lo que está pasando y no hemos sido capaces de relacionar e integrar lo que sí hemos hecho en otro tipo de situaciones, como por ejemplo en el caso del cambio climático. Cuando se le explica a la gente que no use sprays o tenga determinadas prácticas porque eso al final contribuye al calentamiento global acabamos por ser conscientes de que ese spray puede influir en que los polos se derritan, en cambio aquí es al contrario, aquí fragmentamos todo y parece que nada tiene que ver con nada, pero después nos encontramos con esas 60 asesinadas cada año.
- Asegura que no somos conscientes de esos asesinatos es lo más grave que nos sucede en este país.
-Lo es, para mi es más grave que la corrupción, que el paro, que cualquier otra cosa porque hablamos de decenas de mujeres asesinadas en sus casas por sus parejas o exparejas, que eso ocurra y que la reacción de la sociedad sea mínima es alarmante.
- ¿Por qué afirma que la reacción social es mínima?
-Porque resulta que esto es un tema grave solo para el 1,3% de la población, según el Barómetro del CIS del pasado mayo, hace un mes. Si que asesinen a 60 mujeres (el 20% de los homicidios del país, porque al año son asesinadas en España unas 300 personas) no es un problema grave quiere decir que esa parte oculta de la violencia de género, ese machismo presente, está condicionando la propiedad realidad, es lo más significativo y en lo que más tenemos que incidir.
- No solo asusta la perpetuación de la violencia sino el incremento de estos casos entre los adolescentes
-Asusta efectivamente, porque el machismo es cultura y la cultura es conocimiento tanto de nuestra realidad como de la propia identidad. Aquí nos comportamos como hombres y como mujeres en función de lo que nos han dicho que cómo se debe ser hombre o mujer, pensar que una crítica hacia determinadas conductas es suficiente para remover esos cimientos en los que se siente uno más hombre ejerciendo ese control y si lo hace de una manera mucho más impositiva, exigente y autoritaria, supone estar fallando. Estamos fallando al no plantearlo desde la educación inicial, con toda la crítica, con el cuestionamiento de la utilización de la imagen de la mujer en la publicidad, las series y las películas, en general en cualquier espacio. Además es que estamos viviendo una transformación asimétrica de la sociedad.
- Pero la sociedad está avanzando en temas de igualdad
-Si, está avanzando, pero es porque las mujeres están cambiando y protagonizando esos cambios, los hombres no estamos cambiando tanto, las mujeres estáis haciendo muchas de las cosas que hace años no podíais porque no os lo permitían o porque os cuestionaban cuando iniciabais el proceso, frente a eso los hombres estamos haciendo lo que hemos hecho toda la vida. Entonces ese cambio de las mujeres en lo que es el componente formal de las relaciones, más la concepción de que tu como mujer puedes y no tienes por qué dejar de hacer ciertas cosas es algo que en los hombres está generando una especie de rechazo, incluso a veces consideran que las medidas de la ley integral, las medidas de la igualdad, van contra los hombres y lo plantean así "esto es una verdadera desigualdad" "una injusticia".
