El que ayer comenzó en la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra es uno de los grandes juicios contra las redes de narcotráfico que todavía operan en la comarca de O Salnés. Los hechos que se juzgan se remontan al mes de agosto de 2008, cuando la organización que, supuestamente, lideraba O Mulo trató de introducir cerca de 3.627 kilogramos de cocaína en las costas de Galicia, una droga que estaba valorada en 128 millones de euros.

Para ello, la organización contaba con una lanzadera modificada por ellos mismos y con el apoyo logístico de un barco pesquero, el "Ratonero" de O Grove, patroneado por José Luis Devesa Devesa y al que el ministerio fiscal señala como el responsable de haber facilitado combustible a la lancha rápida.

La operación de introducir los casi 4.000 kilogramos de cocaína se frustró por un problema en las comunicaciones y un malentendido con las fechas, lo que obligó a los tripulantes a fondear la carga en las inmediaciones de Cabo Silleiro, y poner proa a la playa de A Lanzada, donde quemaron la embarcación para ocultar pruebas y evitar el cerco policial. La imagen de la lanzadera ardiendo rodeada de bañistas mientras los bomberos trataban de apagar el incendio dio la vuelta al mundo. Durante semanas, el mar entre Cabo Silleiro y A Lanzada estuvo escupiendo fardos de cocaína, mientras patrulleras de la Guardia Civil y embarcaciones de pesca recogían gran parte del alijo.

La Fiscalía les acusa de un delito contra la salud pública referido a sustancias que causan grave daño a la salud, en cantidad de extrema gravedad, cometido mediante la utilización de buque y en el seno de una organización delictiva dedicada al narcotráfico, así como un delito de pertenencia a organización criminal.