Por debajo de los 30 decibelios se considera que reina el silencio, mientras que en torno a los 40 se sitúa el ruido que puede haber en el interior de una vivienda; 50 es el nivel de una conversación y entre 60 y 80 decibelios aparece la contaminación acústica del tráfico, que ya implica molestias. Pues en Pontevedra no se alcanza este último nivel en ningún momento del año. Así se pone de manifiesto en el informe sobre el ruido ambiental referido a 2016 que acaba de hacer público la Consellería de Medio Ambiente.

Este documento señala que la estación de medición de Campolongo, la única existente en todo el municipio, no registró de media, en ningún momento, una contaminación acústica por encima de los 60 decibelios, y es el punto de control, de los nueve existentes en toda la comunidad, con menos ruido nocturno, de menos de 50 decibelios. No obstante, estos positivos datos no solo tienen que ver con las medidas de calmado del tráfico y de otro tipo aplicadas en Pontevedra, sino especialmente a la nueva ubicación de la estación de medición.

Hasta abril de 2015 este punto de control se ubicaba en Mollabao, entre la carretera vieja de Marín y la autovía, cerca de Ence y con la vía del tren al Puerto a escasos metros. Desde hace dos años está en una zona con mucha menos circulación y dentro de la zona verde que conforma el parque de Campolongo, en concreto en el parque de la Seta, donde también se emplazan los medidores de lluvia y temperatura de Meteogalicia.

Según los datos recogidos el pasado año, el valor medio por las mañanas apenas supera los 58 decibelios, que baja a 56,8 por las tarde y se reduce a 49,7 por la noche, con una media para toda la jornada de 55,8 decibelios.

Nueve puntos en Galicia

El resumen de Medio Ambiente apunta que "los valores se encuentran por debajo de los 65 decibelios y 55 decibelios según la franja horaria considerada". Además, "se alcanza el mejor valor residual entre todas las estaciones de la red, y de ruido de fondo por actividad, lo que a su vez está relacionado con el bajo valor del índice de ruido nocturno".

Nueve son los puntos de control en las ciudades gallegas y dos se ubican en "zonas de alta densidad de tráfico": Estación (Ourense) y Riazor (Coruña); otras dos están en "zonas residenciales: Avenida Fingoi (Lugo) y Coia (Vigo)"; mientras que tres están en zonas verdes: Campolongo (Pontevedra), Parque Reina Sofía (Ferrol) y San Caetano (Santiago). Otra más se emplaza en una "zona de protección especial por uso docente y cultural: Campus (Santiago)" y la última incorporada, en Lope (Vigo) ocupa una "zona mixta, con mezcla de las anteriores y cierta presencia industrial".

En cuanto a los valores medios para todo el año, la del campus de Santiago es la que registra menos contaminación acústica, seguida de San Caetano (también en Santiago) y la estación de Ferrol. En cuarto lugar figura Pontevedra, con mejores resultados que las de Lugo, Lope y Coia (Vigo), Riazor (A Coruña) y Estación (Ourense), que figura como la estación urbana con mayor contaminación acústica.

Por las noches, Pontevedra domina con notable diferencia, ya que sus 49,7 decibelios de media están muy lejos de los 63,4 de Coia (Vigo) y los 60,2 de Ourense o los 59,1 decibelios de San Caetano, en Santiago, así como los 58,3 de Riazor, pero también con mejor balance que otros medidores con datos más "suaves", como el campus compostelano (51,5), Ferrol (53,1), Lugo, (53,9), o Lope (Vigo), con algo menos de 57 decibelios.