El Ateneo Corredoira no podrá emplear el inmueble de Combarro que tiene como sede desde su fundación con licencia de bar social. En una de sus últimas reuniones, la Junta de Gobierno Local le solicitó una serie de requisitos para mantener el permiso que la asociación no presentará, según confirmaron fuentes municipales.

Tras la suspensión cautelar de la licencia hace un mes por parte del Concello, la directiva trató de buscar la forma para mantener dicho permiso. Sin embargo, las exigencias municipales hacen imposible que la asociación pueda obtener de nuevo la concesión, pese a que en un principio lo pidió a través de un documento "sin identificación ni firma".

La Junta de Gobierno solicitó al Ateneo, en virtud de la ley correspondiente, que presentara en primer lugar un escrito con los datos actualizados de todos los socios, algo que el colectivo no ha hecho. Asimismo, el ente municipal pidió la entrega del título de uso del inmueble en el que lleva a cabo su actividad. Un documento que, según ha podido confirmar FARO, la asociación no tiene en su poder.

Conexión de la luz

Otro frente que el Ateneo tendría que regularizar para poder seguir manteniendo su licencia son su situación ante los servicios municipales, ya que no está dado de alta. También se solicitaba que arreglase su conexión "ilegal" al suministro de la luz. Como se explica en un informe del Concello:"la asociación realizó obras para conectarse ilegalmente al suministro de luz utilizando el contador del inmueble propiedad de la Diputación ubicado en San Roque 59, un hecho que la institución provincial denunció".

Por último, al Ateneo también se le pide que "reponga la legalidad urbanística alterada por infracciones graves" al haber realizado obras interiores y haber transformado la puerta con la "alteración del dintel de entrada".

De este modo, después de varios años de problemas con los vecinos y numerosas denuncias por los arrendamientos del local a terceros con fines lucrativos, la asociación no podrá utilizar el local tampoco como "bar social" y este quedará "para actividades que realice y organice la propia entidad y en las que podrán tomar parte solo los socios".

Mientras, la titularidad del inmueble sigue bajo investigación. Ante la inexistencia de un documento en los archivos municipales que acredite a quien pertenece el edificio, el Concello solicitó a través de varios escritos a diferentes instituciones una investigación. En estos momentos la Subdirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Economía e Facenda, está llevando a cabo ese proceso. Entre tanto, el gobierno municipal permitirá que la asociación siga utilizando el edificio porque carece de la potestad para impedírselo.