Manuel Cabada, un veterano del Entroido capitalino, inauguró ayer la edición 2017 de la fiesta con una reivindicación del humor murguero, de la sátira y el disfraz. Acompañado de su murga, los PTV, no dejó pasar la oportunidad e hizo real la eterna promesa de Miguel Fernández Lores ("a vindeira vez virei disfrazado"): invitaron al alcalde a subir al escenario para colocarle una peluca y un mandil que transformaron al regidor en una colegiala.

La fiesta había arrancado horas antes con la degustación de filloas. La vecina de Valongo Adelina Sieiro, que desde hace 17 años sirve el tradicional postre en el arranque del Carnaval, explicó que "empezamos a batir antes de las seis de la tarde, con el reparto a las siete y media y servimos cientos de filloas". Así, a unos minutos de iniciarse el pregón decenas de personas hacían cola para degustar la receta tradicional.

Acompañado de su séquito, el rey Urco hizo su entrada en A Ferrería (el nuevo emplazamiento del pregón del Carnaval, recibido con división de opiniones), con las comparsas Os Solfamidas de Campo Lameiro, las Flores del Carnaval, Amoriños de Bora, Os Canecos de Poio y Os Paparrulos de Marín. Tocado con sus casco vikingo, el monarca del Entroido capitalino recibió de manos del alcalde el estandarte que presidirá en adelante el Carnaval, antes de dar paso al pregonero.

Vestido de "presidiarios do Entroido", al igual que los demás integrantes de la murga, Manuel Cabada hizo un repaso por las distintas etapas del Carnaval capitalino e incidió en que "si algún mérito tengo" para haber sido elegido pregonero es haber estado los más de 40 años que lleva vinculado al Carnaval "rodeado de amigos".

Relató anécdotas como una vez que se disfrazaron de baile del casino y nombraba en su parodia a conocidas familias. "Al día siguiente uno me abordó y me dijo este apellido y este son de menos raigambre que el mío y no me citaste". O como cuando no sabían de qué disfrazarse y acudían a una conocida cuya familia tenía una funeraria: "le pedíamos una caja de muertos, nos vestíamos" (de funeral) "y listo".

También probó su conocimiento de los pontevedreses: Sarandeses, "que te presentaste tu solo a la oposición del Concello y quedaste segundo"; Reguera Repiso, "presidente de la federación de comer... comer... comer... Federación lusogalaica del bacallao, el albariño y del caldo del Mourente"; Gerardo Lorenzo, "por la esquina de Herrería lo vi pasar, con el tumbao que tienen los guapos al caminar"; Petete, "que eres Dios, estás en todas partes: si voy a Pasarón, Petete, las peñas, Petete, Papa Noel, Petete, Benito Soto, Petete, si el Bloque nos bloquea, Petete, caballista, Petete, si alguien quiere ser político, Petete...."; Rafa Pintos, "Oh Wladi, oh Wladimir, por qué al pasar por La Herrería más de noche y de día la gente te escapa todavía"; o Pedro Rivas, que los denunció y sirvió de excusa para una parodia en la que recrearon con música un hipotético paso por la cárcel de A Lama.

El pregonero se despidió pidiendo un aplauso para los que año a año forman una murga, dedicando parte de su tiempo de ocio "con una única recompensa de una sonrisa un aplauso" y el orgullo de contribuir al mejor Carnaval urbano de Galicia que, recordó Manuel Cabada, "forma parte de nuestra identidad" como capitalinos. Paso a la fiesta.